El nuevo concepto de batería se basa en los mismos principios fundamentales que el reloj de arena: para generar energía, utiliza la fuerza de gravedad.
Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de EE.UU. adoptaron un nuevo enfoque para crear una
batería líquida. Las partículas fluyen a través de una abertura
estrecha desde un depósito al otro. El flujo puede ser revertido al
invertir el dispositivo, descrito con más precisión en el estudio publicado en la revista 'Energy and Environmental Science'.
Pese
a que el concepto de la estructura de estos tipos de batería no es
nuevo, a base de esta tecnología se puede utilizar formulaciones
químicas e incluso los mismos componentes presentes en las baterías de
iones de litio. En este caso los científicos utilizaron diminutas
partículas que pueden ser transportadas por una sustancia líquida.
El
invento de los investigadores 'se alimenta' por gravedad y el proceso
de la producción de energía puede ser ajustado al cambiar el dispositivo
de ángulo, acelerando o frenando el ritmo del flujo, por lo cual la
batería es comparada con un reloj de arena.
Yet-Ming Chiang, uno
de los investigadores del estudio, señala que el nuevo diseño hará
posible la aparición de sistemas de baterías más sencillos y compactos
que también podrían ser más baratos. Estos sistemas de almacenamiento
podrían incrementar el uso de fuentes de energía intermitentes, como la
energía solar o eólica.