Un ensayo clínico de vacuna terapéutica ha logrado demostrar, por primera vez, que el sistema inmunitario de las personas con VIH se puede reeducar para ayudarles a controlar el virus durante periodos largos de tiempo sin necesidad de tomar un tratamiento antirretroviral. Los resultados preliminares de la investigación se acaban de presentar en la Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI, por sus siglas en ingles), que se celebra en Seattle.
El estudio, que continúa en marcha, se está llevando a cabo en Barcelona y combina una vacuna que destruye las células afectadas con la administración de un fármaco que despierta al virus latente para que el sistema inmunitario lo pueda detectar.
Concretamente, la investigación ha conseguido que cinco de los 13 participantes en el ensayo (un 38,5%) hayan dejado de tomar la medicación sin que el nivel de VIH en sangre haya aumentado por ahora. En uno de los casos, incluso, el paciente ha estado sin tratamiento más de seis meses. El resto de participantes, entre cinco y veinte semanas. Según lo investigadores, toda prueba que evite que el virus rebote a lo largo de las primeras cuatro semanas es un éxito.
Comportamiento similar a los "controladores virémicos"
Cuando una persona con VIH interrumpe el tratamiento antirretroviral, habitualmente su nivel de virus en sangre experimenta un rebote a lo largo de las cuatro primeras semanas después de dejar los fármacos. Sin embargo, en el caso de estos cinco pacientes, se han observado pequeños repuntes esporádicos de la carga viral, pero que han descendido al poco tiempo."Es como si se hubiera conseguido por un lado debilitar al virus y por otro reforzar el sistema inmunitario de los pacientes, de forma que reaccione de forma efectiva ante los intentos del virus de repuntar y haciendo desaparecer de nuevo la carga viral", explica Beatriz Mothe, investigadora de IrsiCaixa, doctora de la Fundación Lucha contra el Sida y coordinadora del ensayo.
Según los expertos, se trata de un comportamiento similar al que se observa en los llamados "controladores virémicos", personas cuyo sistema inmunitario puede controlar de manera natural la cantidad de virus en sangre sin fármacos. Sin embargo, tal y como explica Mothe, "nunca se había conseguido que un número relevante de participantes en un ensayo se convirtieran en controladores virémicos después de una intervención terapéutica, ya sea una vacuna o cualquier otra inmunoterapia".
'Despertar' al virus latente y destruir las células infectadas
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores seleccionaron a un conjunto de personas en las que la infección por VIH se diagnosticó poco después del contagio, por lo que iniciaron el tratamiento antirretroviral antes de que el virus causara estragos en su sistema inmunitario. Esta situación, según los expertos, favorece potencialmente una mejor respuesta a la vacunación.Así, en el ensayo, 15 pacientes recibieron dos dosis de refuerzo de la vacuna MVA.HIVconsv, desarrollada en la Universidad de Oxford, seguidas de tres dosis de Romidepsina, un fármaco utilizado para enfermedades hematológicas que ya había demostrado su efectividad para revertir la latencia del VIH.
Los participantes en los que se detectó una respuesta inmunitaria favorable a la vacuna fueron invitados a interrumpir el tratamiento y seguir controles semanales. Según los resultados hasta la fecha y presentados en el CROI, hay 5 "controladores virémicos" potenciales, 8 pacientes que reiniciaron el tratamiento en cuanto se detectó un rebote viral, una persona que dejará en breve de tomar la medicación y una que no mostró una respuesta inmunitaria favorable tras la vacunación.
Unos resultados sin precedentes
Los investigadores aún no han descubierto por qué la vacuna ha funcionado en unos pacientes y no en otros, y tampoco pueden establecer cuánto tiempo durará la eficacia de la vacuna en los pacientes en los que sí ha funcionado. Sin embargo, hasta el momento, ningún estudio previo realizado por otros centros, con diferentes vacunas y fármacos y en personas con infección crónica, no habían conseguido ningún resultado similar."Es un avance muy relevante porque demuestra por primera vez que esto es posible. Ahora tenemos que conseguir entender cómo podemos aumentar la eficacia de esta estrategia para que sea efectiva en todos los pacientes; ya sea con mejores vacunas, con ciclos repetidos de dosis inferiores de fármacos reactivadores o con otros productos que están en desarrollo. Hay muchas preguntas aún por contestar", explica José Moltó, médico y co-investigador principal por parte de la Fundación Lucha contra el Sida.