Craso error. Como bien saben los expertos en seguridad informática, ningún sistema operativo es 100% seguro e inexpugnable. Ninguno. Por mucho que los departamentos de marketing de las marcas lo quieran maquillar para vender más dispositivos que la competencia. No lo son por una sencilla razón: los utilizan personas.
Sobre el papel, Android es un sistema operativo seguro ya que está basado en un kernel Linux y no permite que ningún proceso se ejecute si no cuenta con los permisos adecuados para hacerlo. Esto, teóricamente, reduce la probabilidad de ataques e infecciones ya que nada se ejecuta en el sistema si no tiene la autorización para hacerlo. Pero, ¿y si el usuario engañado o inconsciente le otorga esos permisos?
Android está presente en más de un 80% de los smartphones activos en todo el mundo y cercano al 90% en España, por lo que no es de extrañar que, al igual que sucede con Windows, a los cibercriminales les rente mucho más investigar las vulnerabilidades de Android y escribir todo tipo de malware para el sistema de Google que para cualquier otra plataforma. Es cuestión de estadística y conocimiento de las leyes de la oferta y la demanda.
Ante un escenario en el que un ejército de cibercriminales expertos se centra en desarrollar las más creativas formas para atacar a Android y frente a una enorme masa de usuarios despreocupados por la seguridad y sin los conocimientos técnicos como para descubrir el ataque encubierto de un delincuente, esto solo puede acabar en un terrible desenlace para los datos de los indefensos usuarios que ven como su privacidad y sus contraseñas se venden al mejor postor en la Deep Web.
Desde tu smartphone accedes a tu correo, a tus redes sociales, realizas llamadas e incluso operas con tus cuentas bancarias. ¿Te has parado a pensar qué sucedería si todos esos datos que quedan registrados en tu smartphone cayeran en manos de ciberdelincuentes? Algo tan simple como instalar una herramienta de protección como ESET Mobile Security permite a los usuarios de Android proteger sus datos y su privacidad.
Uno de los principales vectores de ataque por parte del malware y ransomware en Android viene del lado de la instalación de aplicaciones desde orígenes distintos a la tienda oficial Google Play, donde todas las apps son analizadas para evitar infecciones. Al instalar una aplicación que no ha pasado los controles de seguridad, puedes estar instalando un malware en tu móvil o tableta Android oculto tras una app con apariencia legítima.
La aplicación ESET Mobile Security para Android permite analizar de forma minuciosa las aplicaciones antes y después de instalarlas en tu dispositivo, así como archivos, carpetas y unidades externas para detectar comportamientos anómalos que podrían provocar el robo de tus datos.
Además, un buen antivirus debe proteger la privacidad del usuario y no solo protegerlo contra el phishing mientras navega o utiliza servicios de pago on-line, sino que también debe ofrecer herramientas para frenar todo tipo de spam, sea este en forma de mensajes SMS o llamadas telefónicas no deseadas.
Los expertos en seguridad informática, en todas sus vertientes, saben que la protección de los datos que contiene un dispositivo no solo se limita a protegerlo de los ataques de todo tipo de malware como, por ejemplo, ransomware que puede sufrir, sino que la movilidad implícita en los teléfonos móviles implica ciertos riesgos como la pérdida o el robo del dispositivo, quedando así los datos que contienen a la entera disposición del delincuente.
Para minimizar este riesgo, la aplicación antivirus para Android de ESET también integra un módulo antirrobo para tu dispositivo que te permite controlar, bloquear o borrar el contenido de tu dispositivo perdido o robado, accediendo a tu cuenta desde cualquier navegador, otorgándote un control total sobre tu dispositivo y su contenido.
