Un conjunto de investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Drexel en Pensilvania (Estados Unidos) ha desarrollado un nuevo tipo de electrodo que allana el camino para cargar la batería del móvil en tan solo unos segundos.
Si estás familiarizado con los elementos que forman parte de una batería, sabrás que los modelos comunes están compuestos por dos electrodos, que son celdas electroquímicas, uno con carga positiva (cátodo) y otro con carga negativa (ánodo). Los electrodos son conductores eléctricos empleados para hacer contacto los electrolitos, que permiten que los iones se muevan entre los electrodos para que la corriente fluya fuera de la batería.
"Demostramos que la carga de electrodos finos de MXene se produce en decenas de milisegundos, lo que es posible gracias a la elevada conductividad del material", señala Yury Gogotsi, director del estudio. "Esto abre el camino para el desarrollo de dispositivos de almacenamiento de energía ultra potentes que se pueden cargar y descargar en segundos, pero almacenando muchas más energía que los supercondensadores convencionales".
El diseño del electrodo es lo que permite esta interesante capacidad. La batería almacena la energía en los electrodos durante la carga, y después la va liberando para alimentar a los dispositivos.
Para acelerar la carga y aumentar la densidad energética, el nuevo
material MXene es perfecto gracias a su estructura microporosa para
facilitar el movimiento de los iones.
"Si empezamos a usar materiales de baja dimensión y conductores
electrónicos como electrodos, podremos hacer que las baterías funcionen
mucho más rápido que en la actualidad", explica Gogotsi. "Esto podría
llevarnos al desarrollo de baterías para coches eléctricos, portátiles y teléfonos móviles capaces de cargarse en segundos o minutos en lugar de horas".