martes, 1 de agosto de 2017

¿Cuál es la diferencia entre Realidad virtual y aumentada?

La Humanidad ha pasado por un buen número de avances tecnológicos a lo largo de su historia que han cambiado de una forma u otra la forma en la que percibían el mundo. Innovaciones como la escritura, la imprenta, Internet o los smartphones, han marcado de una forma muy profunda la forma en la que las personas interactúan unas con otras y cambian el paradigma de lo establecido hasta el momento.

Según un buen número de expertos y visionarios de la tecnología, la próxima revolución definitiva vendrá de la mano de la visión artificial asistida por ordenador, o lo que comúnmente venimos conociendo como realidad aumentada y realidad virtual.

Tanto la realidad aumentada o AR (Augmented Reality), como la realidad virtual o VR (Virtual Reality) son tecnologías que se basan en un componente real, sobre el que superpone una capa de computación. Esta similitud entre ambas puede llevarte a creer que se trata de la misma tecnología, cuando en realidad son conceptos totalmente distintos.

Diferencias entre realidad virtual y realidad aumentada

A menudo los términos técnicos tienden a utilizarse de forma poco clara, pudiendo confundir a los neófitos tecnológicos. Por lo que, dicho de forma sencilla, la realidad aumentada utiliza una parte física real, como una sala, una calle o un objeto, para aplicarle una capa visual en 3D generada por ordenador.

Una de las primeras aplicaciones de la realidad aumentada ha sido su uso en sistemas de navegación GPS en los que se muestran las líneas de la ruta directamente sobre las imágenes reales de la calle por la que circulas que toma el dispositivo, en lugar de mostrar una representación gráfica en forma de mapa como se han mostrado tradicionalmente en los navegadores.


Otro de los segmentos en los que la realidad aumentada ha tenido una gran acogida ha sido en la decoración de interiores, donde el dispositivo de realidad aumentada es capaz de generar gráficos realistas de muebles u otros objetos decorativos, e integrarlos directamente en tu casa. De ese modo, puedes ver exactamente cómo quedaría la nueva distribución de tus muebles, incluso antes de ir a la tienda a comprarlos.

A diferencia de la realidad aumentada, en la realidad virtual el único elemento físico real eres tú, y todo lo que te rodea ha sido generado o procesado por un ordenador para crearte una sensación lo más realista posible engañando a tu cerebro para hacerle creer que realmente te encuentras inmerso en esa situación gracias entornos de 360° en los que tienes libertad total de movimiento.

Dada la enorme capacidad para crear entornos gráficos realistas, esta tecnología se está desarrollando muy intensamente en el ámbito de la simulación para recrear escenarios de entrenamiento médico, para pilotos de aviación civil o para entrenamiento militar entre otras muchas disciplinas.

Cómo acceder a la realidad virtual o aumentada

A pesar de que esta tecnología ha saltado a la palestra recientemente, la realidad virtual y realidad aumentada llevan ya décadas de desarrollo. Durante ese tiempo los investigadores han tenido claro que uno de los requisitos clave para el uso de esta tecnología debe ser la portabilidad.

De poco te serviría un dispositivos capaz de generar entornos de realidad aumentada, si su ámbito de uso está limitado a una habitación, cuando lo realmente interesante está en llevar tu dispositivo de realidad aumentada siempre contigo para poder interactuar con la capa de contenido virtual que encontrarías allí donde fueras, como conocer todos los detalles de una obra expuesta en un museo, ajustar la iluminación de tu casa desde un panel de control virtual o saber cuál sería la ruta más corta para llegar a pie hasta el lugar donde has quedado con tus amigos.


Empresas como Google han creado plataformas de desarrollo con las que estandarizar la creación de contenido para estas tecnologías. En el caso de la realidad aumentada, Google ha desarrollado el proyecto Tango, que permite integrar contenido 3D sobre superficies y espacios físicas en tiempo real, permitiendo modificar su punto de vista con respecto a la posición del espectador. Tal y como sucedería si comienzas a dar vueltas en torno a una silla, pero en este caso la silla no es real.

En lo que respecta a realidad virtual, Google ha desarrollado la plataforma Daydream, con la que se estandarizan una serie de requisitos técnicos que sirven como base para desarrollar y mostrar contenido en realidad virtual en smartphones y dispositivos móviles.


Obviamente, los dispositivos en los que se reproducen estas tecnologías deben contar con una potencia considerable ya que, en el caso de la realidad aumentada, deben representar y adaptar la capa virtual al movimiento, posición y espacio real en el que se muestra; mientras que para la realidad virtual, debe ser capaz de representar y mover gráficos de gran realismo con la velocidad y las condiciones necesarias para engañar al cerebro humano y hacerle creer que lo que tiene a su alrededor es real.

VR y AR en tu bolsillo

Como ya hemos indicado, esta tecnología nunca tendría una aplicación real y un uso masivo si no supera la barrera de portabilidad. Afortunadamente, ya existen fabricantes que han conseguido llevar la realidad virtual y realidad aumentada a los smartphones.

Uno de los primeros fabricantes en conseguir el nivel de potencia necesaria para ejecutar con éxito aplicaciones en realidad virtual y en realidad aumentada en un smartphone ha sido Asus con el reciente lanzamiento del ZenFone AR.

Este smartphone ha conseguido el hito de ser el primer smartphone con compatibilidad con las tecnologías Tango y DayDream de Google, por lo que es capaz de mostrar contenidos en VR y AR directamente en su pantalla y sin necesidad de asistencia de un ordenador.

Este hito no habría sido posible sin la increíble potencia que ofrecen los procesadores móviles actuales y los avances en miniaturización que ofrecen las cámaras de los smartphones.

Así funciona la realidad aumentada en un smartphone

La realidad aumentada se basa en tres principios básicos para generarse:
  • El seguimiento de objetos, para determinar tu punto de vista con respecto al objeto virtual generado.
  • La percepción de profundidad, con la que se ajusta el objeto virtual al espacio que lo rodea aportando una perspectiva realista.
  • El aprendizaje de zonas, para mapear el entorno con respecto a tu posición y recordar el área a tu alrededor.

Para ello, el smartphone utiliza tres cámaras diferentes en las que cada una de ellas se encarga de recoger los datos necesarios para que el sistema pueda ir ajustando en tiempo real el objeto virtual que se muestra en pantalla incluso aunque estés en movimiento y cambies tu posición. Para ello, el Asus ZenFone AR utiliza tres cámaras distintas.

La primera, con un sensor de 23 megapíxeles, detecta el entorno para cubrir el apartado de aprendizaje de zonas y emplazar los objetos virtuales con la mejor calidad. La segunda cámara, dotada de un proyector de infrarrojos, se encarga de calcular la profundidad de los objetos y espacios que te rodean, mientras que la tercera cámara, dotada de un sistema detección de movimiento, combina los datos recogidos con los obtenidos por los sensores del teléfono y determina tu posición en el espacio. ¡Y todo en tiempo real!


De ese modo, el smartphone permite mostrar en su pantalla objetos virtuales que realmente no existen, pero que cobran realismo ante tus ojos, pudiendo montarte un circuito de carreras sobre la mesa de la cocina o en medio del autobús.

¿Y la realidad virtual?

La realidad virtual también ha tenido que hacer grandes avances hasta conseguir el grado de miniaturización necesario para mostrar contenido en realidad virtual en un móvil.

Para ello la tecnología Daydream de Google ha superado obstáculos como la potencia de procesado o contar con pantallas con la suficiente calidad y resolución como para recrear entornos gráficos complejos y moverlos en función de tu posición para ajustarse a tu punto de vista para que resulte una experiencia de realidad virtual inmersiva y realista.

Para lograrlo, Daydream utiliza unas gafas de realidad virtual en cuyo interior se instala el smartphone y que permite aislar al usuario de su entorno real para facilitar la inmersión en el contenido de realidad virtual que, gracias a un sistema de lentes, permite mostrar contenido en 3D de alta calidad gráfica y realismo en el móvil.


Contar con la potencia necesaria para recrear un entorno virtual realista es uno de los puntos clave para esta tecnología. Por lo que los principales fabricantes se han puesto manos a la obra para lograrlo.

Qualcomm se ha puesto a la cabeza con el procesador Qualcomm Snapdragon 821 que monta el Asus ZenFone AR, el cual ha sido especialmente optimizado por los ingenieros de Qualcomm y Google, para asumir con los mejores resultados la carga de trabajo que implica procesar todos los datos necesarios para mostrar contenido en VR o AR.

Además, para conseguir que los datos se procesen en tiempo real y de forma fluida, el smartphone incluye 6 GB de memoria RAM con lo que se consigue reducir a su mínima expresión el tiempo de intercambio de información entre los sensores y cámaras que recogen los datos de tu posición u orientación, el procesador que realiza los cálculos necesarios y la pantalla que muestra el resultado final.


Esta gran potencia en el smartphone hace que el contenido virtual tenga una apariencia natural y cuente con un gran realismo a nivel gráfico, que en ocasiones te llevará a mirar por encima de la pantalla de tu móvil para asegurarte de que lo que estás viendo no es real.

El futuro está en la realidad virtual y aumentada

El sector del gaming y el entretenimiento es uno de los más beneficiados tanto con la realidad virtual, como con la realidad aumentada.

Pokémon GO o YouTube son un buen ejemplo del enorme potencial que se esconde tras la realidad virtual o aumentada, que te permite integrar los personajes de tus videojuegos en un entorno real, o conseguir experiencias envolventes en los vídeos de 360° como las que tendrías asistiendo en vivo a un concierto o sintiendo las mismas sensaciones que tiene un piloto acrobático en pleno vuelo.


Con el tiempo y el avance de las tecnologías implicadas en la VR y AR, ya no concebiremos un juego en el que el jugador no se sitúe dentro del escenario, o en el que tu entorno no sea el propio escenario en el que se desarrolla el juego.

Además, se abre todo un abanico de posibilidades a nivel comercial para la realidad virtual o la realidad aumentada, como la posibilidad de buscar casa realizando visitas virtuales desde tu sofá, ver cómo quedaría tu casa tras una reforma gracias a plataformas como la de iStaging o ver el aspecto que tendría tu próximo coche en tu garaje después de elegir todos los detalles sin moverte de casa con la app BMW Visualizer.

Por otro lado, el futuro de la realidad aumentada no solo está en el entretenimiento, sino que esta tecnología está llamada a convertirse en la interfaz natural entre la tecnología y las personas, tal y como hasta ahora lo están siendo el teclado, el ratón o las pantallas táctiles, de modo que ya no necesitarás un botón o una pantalla para utilizar un dispositivo.

Bastará con mirarlo y elegir qué quieres hacer desde una serie de opciones que de repente aparecen ante ti como salidas de la nada y todo gracias a la realidad aumentada que ahora ya puedes llevar en un smartphone.