Cuando un componente de nuestro teléfono móvil se rompe
o sufre algún daño, muchos usuarios están tentados de sustituirlo por
un recambio no oficial para ahorrar un poco de dinero en la reparación.
Pero lo que sucede muchas veces es que lo barato sale caro: los
componentes económicos no solo pueden estropear tu smartphone, sino
también infectarlo con malware.
Según los investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev en Israel, ese es precisamente el peligro que corren los móviles con la pantalla rota
que utilizan reemplazos de terceros. Y es que, de acuerdo con el
estudio que ha llevado a cabo este equipo, los cibercriminales pueden integrar un chip malicioso en el panel de sustitución para robar información y controlar los teléfonos reacondicionados.
El equipo demostró que es posible comprometer los dispositivos de una
forma bastante sencilla. Para llevar a cabo la prueba, utilizaron un
smartphone Huawei Nexus 6P
y una tablet LG G Pad 7.0, instalaron el chip malicioso al efectuar un
reemplazo de la pantalla y pudieron tomar el control de ambos
terminales. "La amenaza que presenta un periférico malicioso dentro de la electrónica de consumo no debe tomarse a la ligera",
explican los investigadores. "Los ataques de periféricos maliciosos son
factibles, escalables e invisibles para la mayoría de las técnicas de
detección".
Mediante esta técnica, los investigadores fueron capaces de hacer fotos de los propietarios de los dispositivos y enviarlas a un servidor controlado, así como registrar las pulsaciones
efectuadas sobre el teclado de la pantalla táctil y los patrones de
desbloqueo. Además, también fueron capaces de explotar las
vulnerabilidades del sistema operativo.
"Un atacante bien motivado puede ser plenamente capaz de lanzar
ataques a gran escala o controlar blancos específicos", señala el equipo
en el documento. "Los diseñadores de sistemas deberían considerar a los componentes de reemplazo como algo fuera del límite de confianza del teléfono y diseñar sus defensas en consecuencia".