El cierre de la mítica página de YouTube-MP3.org, la cual durante tantos años ha permitido convertir vídeos de YouTube en ficheros de audio con un par de clics, podría ser tan solamente el comienzo de la que se le avecina a todas las alternativas a dicha web. La industria discográfica ha puesto el grito en el cielo para que Google tome cartas de una vez por todas en el asunto.
YouTube
tiene un funcionamiento muy claro al respecto de la música protegida
con derechos de autor: cualquiera puede reproducirla todas las veces que
quiera, pero en todo caso lo hace a cambio de consumir publicidad entre
vídeo y vídeo; por otra parte, si uno quiere disfrutar de ventajas
adicionales debe pasar por caja con YouTube Red. El problema es que las páginas para convertir vídeos de YouTube a MP3 se saltan por completo estas limitaciones.
En una página de conversión de vídeos de YouTube a ficheros .mp3,
cualquiera puede entrar con un enlace previamente copiado, descargar
una canción protegida con derechos de autor y después reproducirla en
sus dispositivos sin que eso suponga ningún beneficio económico para el
cantante. La industria de la música está cada vez más molesta con esta
situación, y por ello que el futuro de este tipo de páginas de conversión no pinta precisamente esperanzador.
Lejos de señalar como únicos responsables de la situación a los
autores de estas alternativas, las caras visible de la industria
discográfica de Reino Unido no dudan a la hora de poner a la propia Google
en el punto de mira. Dicen que, más allá de andar metidos cada dos por
tres en pleitos legales contra los creadores de esta web, es la propia compañía la que debería tomar más medidas para evitar este forma de descargas ilegales de música.
Geoff
Taylor, de la asociación inglesa de autores de BPI, señala que "BPI y
otras tantas agencias de música llevan años pidiendo a YouTube que tome
alguna medida para bloquear el acceso a sus servidores a este tipo de
páginas". Hasta la fecha, YouTube no ha sido precisamente tajante a la hora de bloquear de raíz la descarga de música desde sus vídeos.
YouTube no ha contestado todavía a estas últimas
declaraciones de los representantes de la industria de la música de
Reino Unido, pero es evidente que la compañía deberá tomar tarde o
temprano alguna medida definitiva para frenar las descargas ilegales que
se realizan a través de estas plataformas.