WordPress ha comunicado que uno de sus plugins más populares acaba de ser eliminado. Dicha extensión es sospechosa de haber aprovechado una puerta trasera para hackear a miles de páginas web. No se sabe exactamente cuántos han sido víctimas del ataque entre las 200.000 webs en las que estaba instalado.
Se trata de un plugin de WordPress llamado Display Widgets,
en cuyas últimas versiones el desarrollador había incluido una amenaza
para la seguridad informática de todos sus usuarios. Se trata de un
exploit para concederse acceso a los mandos de cualquier página web en
la que estuviera instalado. La versión en la que se ha encontrado la
backdoor es la 2.6.1 publicada a finales de junio y la 2.6.3, de
principios de septiembre.
Si eres uno de los que lo tenía instalado, es recomendable que
revises por completo la seguridad de tu sitio web o blog. Puede que tus
contraseñas e información personal hayan sido comprometidos.
La compañía ha actuado definitivamente eliminando Display Widgets de la lista de plugins compatibles con WordPress.
Lo ha hecho de una vez por todas, parece, aunque no es la primera vez
que esta extensión es eliminada del repertorio de la plataforma.
Hasta
en cinco ocasiones han tenido que expulsarla por problemas parecidos,
aunque la quinta parece que ha sido la gota que ha colmado el vaso de la
paciencia de la empresa, que además se ha puesto manos a la obra para
investigar quién está detrás del ataque.
Según han informado a BleepingComputer,
la compañía desarrolladora original vendió el plugin por $15.000 en
mayo, justo antes de comenzar todos los problemas. Los compradores, dos
empresarios de nacionalidad estadounidense y rusa, dicen haberlo vendido
después a otra empresa, aunque no se sabe hasta qué punto es cierto.
Este plugin malicioso sirve de perfecto ejemplo para una práctica cada vez más común, la de comprar
extensiones o plugins de todo tipo -Chrome incluido- para
posteriormente cambiar su funcionamiento y finalidad sin previo aviso al
usuario. Es una forma fácil, rápida y barata de acceder a millones de ordenadores de todo el mundo.