En las pruebas iniciales el tratamiento ha estado dirigido contra las células de la leucemia mieloide aguda (LMA), pero el equipo señala que puede tener potencial para atacar también a otros tipos de cáncer.
La LMA es una variante de cáncer de la sangre que se produce como consecuencia de la proliferación anormal de las células de la línea mieloide (mieloblastos), que invanden progresivamente la médula ósea e interfieren en la producción de las células normales de la sangre. Esto hace que se produzca insuficiencia medular e infiltra tejidos extramedulares.
Este tipo de leucemia representa el 40% de todos los casos de los países occidentales, y se estima que su incidencia en España es de 15 nuevos casos por cada millón de habitantes al año.
Lo que hace el nuevo compuesto, llamado BTSA1, es desencadenar la apoptosis, un proceso que limpia el organismo de las células que funcionan de forma incorrecta. Se produce cuando las células BAX - la proteína ejecutora de las células - son activadas por las proteínas pro-apoptóticas. Una vez encendidas, las moléculas de BAX se concentran en las mitocondrias, donde las células producen la energía, para matarlas.
No obstante, en muchos casos las células cancerosas son capaces de evitar que la BAX las destruya mediante la producción de las proteínas que suprimen la molécula. "El nuevo compuesto revive las moléculas BAX suprimidas en las células cancerosas", explica Evripidis Gavathiotis, autor principal del estudio.
En las pruebas con ratones de laboratorio se demostró que, a diferencia de otros compuestos que inducen la apoptosis, el BTSA1 no afectó a las células madre sanas que se encargan de la producción de la sangre. En promedio, los ratones tratados con BTSA1 sobrevivieron más tiempo (55 días) frente a los roedores de control (40 días). El 43% sobrevivió después de 60 días, y no mostraron signos de LMA ni evidencias de toxicidad.
"Esperamos que los compuestos que estamos desarrollando resulten más efectivos que las terapias actuales contra el cáncer al causar directamente la autodestrucción de las células cancerosas", señala Gavathiotis. "Idealmente, nuestros compuestos se combinarían con otros tratamientos para matar a las células cancerosas más rápido, de manera más eficiente y con menos efectos adversos, que son un problema demasiado común con las quimioterapias estándar".
El siguiente paso del equipo consiste en continuar las pruebas, pero ahora con modelos de animales diferentes.