Esta moneda virtual alcanza ya un precio de récord, atrayendo a más y más ciberdelincuentes interesados en hacer dinero fácil. Algunos de ellos se dedican a modificar extensiones de Chrome para convertir tu PC en un zombi, mientras que otros han logrado hackear la nube de Amazon para empresas.
La finalidad de este hackeo es ni más ni menos que utilizar las herramientas y potencia de Amazon Web Services para minar Bitcoins. Hacerlo desde un ordenador personal tiene un importante coste en recursos energéticos y en desgaste de los propios componentes, así que ¿por qué no utilizar el sistema de otros?
Las dos corporaciones afectadas, según se puede leer en el informe de la firma especializada RedLock, son Aviva y Gemalto. Ambas saben ya que los recursos que utilizaban desde AWS han sido desviados hacia otros fines que nada tienen que ver con su actividad comercial, causando un perjuicio económico directo.
Hay que aclarar que el acceso a la nube de Amazon no se produce por un error de esta multinacional, sino por la dejadez de algunos administradores de sistemas. El resto de empresas que alojan sus webs y servicios en ella no se han visto comprometidos.
Hackear dichos servidores parece haber sido relativamente fácil, y es que un error de seguridad permitía el acceso sin contraseña. Este caso ilustrativo de un problema cada vez mayor: no existe la seguridad perfecta, por mucho que Amazon, Microsoft, Google y otras compañías que ofrecen servicios en la nube intenten afinar todo lo posible la misma.
A medida que aumenta el interés por las criptomonedas, también lo hace la dificultad para conseguirlas. Cada vez son más los recursos necesarios para obtener Bitcoins y otras monedas, algo que impulsa a los que las quieren conseguir a desarrollar métodos más imaginativos y también más agresivos.
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