Cuando una nueva versión de un sistema operativo llega al mercado, es normal que los dispositivos más antiguos lo noten y que en ocasiones se resienta su funcionamiento, especialmente cuando se producen saltos funcionales importantes que requieren un hardware más potente para ser ejecutados.
Hasta aquí estamos de acuerdo. No obstante, si
eres usuario de iPhone desde hace unos años, es posible que hasta ahora
no te hayas encontrado con un problema de rendimiento tan acusado como
el que ha supuesto iOS 11. Personalmente, llevo años
utilizando el iPad de Apple y jamás había experimentado una
pérdida de rendimiento de este calibre con ninguna actualización
anterior. Incluso después aplicar estos trucos para acelerar iOS 11, sigo sin estar del todo satisfecha con el funcionamiento de la nueva versión del sistema operativo en mi iPad Retina.
Y parece que el problema no lo estamos experimentando solo
unos pocos usuarios, sino que se trata de algo generalizado. Si nos
fijamos en el número de búsquedas en Google de las palabras "iPhone lento",
podemos observar un crecimiento abrupto a partir del 19 de septiembre,
día en el que Apple liberó la actualización. La misma tendencia se
reproduce también en otros idiomas.
En la industria han comenzado a oírse voces que acusan a Apple de obsolescencia programada, si bien es cierto que esta afirmación no tiene datos objetivos en los que sustentarse, más allá de que los usuarios se quejen de que los iPhone viejos van más lentos.
En la industria han comenzado a oírse voces que acusan a Apple de obsolescencia programada, si bien es cierto que esta afirmación no tiene datos objetivos en los que sustentarse, más allá de que los usuarios se quejen de que los iPhone viejos van más lentos.
La Universidad de Harvard ya intentó probar este hecho en
2014 mediante un estudio que analizaba los resultados de Google Trends,
del que se hizo eco el New York Times. Sin embargo, los científicos señalaron que esta tendencia también podría basarse en un fenómeno psicológico de los propietarios de un iPhone que buscan comparativas después del lanzamiento de un nuevo modelo.
Además, en el estudio no se tuvieron en cuenta otros factores determinantes, y las tendencias de búsqueda no son un dato suficiente como para afirmar que Apple está desacelerando sus antiguos móviles para hacerte comprar los iPhone 8, iPhone 8 Plus y iPhone X.