Cuando estrenamos un móvil, uno de los principales problemas con el que nos encontramos es el espacio disponible. Dicho espacio es mucho menor al que aparece en la etiqueta, y gran parte de ella se debe a un culpable, conocido como bloatware.
El bloatware, el enemigo número 1 de los móviles
Por definición, el bloatware es cualquier pieza de software que no tiene ninguna utilidad para nosotros. En resumidas cuentas, podemos decir que es bloatware cualquier aplicación que para nosotros esté en el móvil “de relleno”.
Cuando compramos un nuevo móvil, lo normal es que tenga mucho menos espacio del anunciado en la caja. Si bien es cierto que parte de esa pérdida es inevitable (por el sistema operativo, por ejemplo) existe una generosa cantidad ocupada por aplicaciones.
Es uno de los motivos por el que muchas personas disfrutan de Android puro, y es que estos móviles solo incluyen las aplicaciones básicas, además de algunas aplicaciones de Google. Sí, de todas las aplicaciones de Google, muchas de ellas también son consideradas como bloatware, pero si tenemos en cuenta que también se encuentran disponibles en todos los móviles con Android, al final resulta “menos malo”.
Llegados a un punto, algunas capas de personalización incluyen aplicaciones propias del fabricante que cumplen el mismo papel que las de Google, dando como resultado que acabamos con un gran número de aplicaciones duplicadas.
Microsoft ha tenido una interesante idea
No es un concepto nuevo, ni un móvil nuevo el que nos ha dado la razón, pero parte de la idea ha surgido del único móvil Android que se vende en la tienda de Microsoft. Hablamos del Samsung Galaxy S8, en su versión de Microsoft.
Dicho móvil no tiene muchas diferencias respecto al Galaxy S8 que todos conocemos. Sin embargo, existe una pequeña curiosidad, y es que cuando se conecta por primera vez a una red WiFi comienza a descargar una a una todas las aplicaciones de Microsoft. ¿Es esta esa gran idea?
Así deberían ser todas las instalaciones de Android
Pues no exactamente, ya que a pesar de que las aplicaciones no vengan preinstaladas en nuestro móvil, al instalarse tras conectarnos al WiFi por primera vez, al final acaban ocupando un espacio que no queremos.
Algo que gusta bastante del Xiaomi Mi A1 es que; aunque traía las aplicaciones de Google preinstaladas; te da la opción en la configuración inicial de instalar la aplicación de control remoto de Xiaomi.
Sin darse cuenta, Google y Xiaomi han dado aquí con una interesante forma de acabar con el bloatware que quizás la gran G debería comenzar a imponer.
De tal forma que cuando en un ordenador instalamos un programa nos aparece la opción de instalación típica e instalación personalizada, Android debería de incluir únicamente las aplicaciones imprescindibles para el usuario, y que en la configuración inicial nos preguntase si queremos realizar una instalación típica (descargar todo el bloatware) o elegir qué aplicaciones del fabricante queremos tener, como una especie de modo experto.
¿Crees que Google debería comenzar a plantearse esta estrategia para imponérsela a sus socios? Por mi parte, sería una opción fantástica que nos ahorraría muchas molestias al comprar móviles que no incluyeran ese poco de aplicaciones basura que minimizan el espacio esperado.