jueves, 25 de enero de 2018

Cómo afecta en materia de seguridad rootear un dispositivo Android


Se trata de algo muy común entre los usuarios de dispositivos móviles con el sistema operativo de los de Mountain View. Sin lugar a dudas, aporta un buen puñado de ventajas. Pero también hay que tener en cuenta que son varios los inconvenientes que aparecen en materia de seguridad. En este artículo te vamos a enseñar qué pierdes si tomas la decisión de rootear tu terminal móvil o tableta.

En primer lugar, vamos a centrarnos en que significa la palabra inglesa “root” para ponernos aún más en situación. La traducción al castellano es “raíz” y en lo que se refiere a sistemas operativos se refiere a tener acceso al directorio raíz (es decir, “/”) y todas las subcarpetas y archivos existentes. En lo que se refiere a usuarios, ser un usuario “root” quiere decir ser un superusuario dentro del sistema operativo, sin permisos limitados para leer, escribir y ejecutar, independientemente de la ubicación en la que nos encontremos.

Seguro que Windows resulta bastante más similar para aquellos usuarios que tengan conocimientos limitados de sistemas. En los equipos que ejecuten cualquier versión de Windows a este tipo de usuarios se les denomina administradores del sistema.

¿Es necesario rootear para disfrutar de nuestro smartphone o tablet?

Bajo nuestro punto de vista, no es necesario, aunque es cierto que disponer de este rol permite un mayor grado de personalización, eliminar y editar ciertos archivos que con el usuario estándar es imposible.

En materia de seguridad, ¿qué me aporta rootear un dispositivo Android?

En este punto hay que ser claros: muy poco. La más destacable es que te permitirá realizar copias de seguridad de una forma mucho más profunda gracias a diferentes herramientas o realizando la combinación de varias. El acceso a más aplicaciones también te posibilitaría la instalación de herramientas de seguridad o clientes VPN que sin ser superusuario no estarían disponibles. Incluso dispondríamos de acceso cortafuegos.

Aquí se acaban las ventajas de llevar a cabo ese proceso. Tal y como se puede observar, no es que sean muchas y parece que la ganancia (repetimos, en materia de seguridad) no parece alta.

Desventajas que nos podemos encontrar


Antes de rootear un dispositivo hay que ser consciente de qué es lo que se está haciendo y qué implicaciones existen. En determinadas circunstancias, estaríamos hablando hasta de una pérdida de la garantía en caso de daños. Pero en este artículo estamos para centrarnos en lo que se refiere a seguridad, y eso vamos a comentar.

Podría decirse que es una gran responsabilidad para el usuario. Cualquier aplicación que se instale a partir de ese momento dispondrá de permisos de administrador. Es decir, acceso total a cualquier archivo, carpeta o dispositivo mapeado en el sistema operativo Android. Es decir, no existe unos límites que podrían de alguna forma acotar el daño en caso de la instalación de un malware.

Sí, es una única ventaja, pero posee un peso importante de cara a la seguridad del dispositivo y los datos almacenados en él.

Un sistema operativo abierto


Si por algo destaca el sistema operativo móvil de los manes de Mountain View es por ser un entorno muy abierto de cara a disfrutar de funcionalidades. Por este motivo, cada vez tiene menos sentido ser “superusuario”. Sin embargo, son muchos los que quieren instalar ROMs personalizadas y eliminar todas las aplicaciones que podrían considerarse basura, instaladas sobre todo en terminales móviles que están adquiridos en operadores.

En definitiva, si eres de los que no prestan atención a qué se instala en el equipo y asignar permisos a las aplicaciones durante el proceso de instalación, lo mejor es no rootear tu dispositivo Android.