Malos tiempos para Intel y sus procesadores. Si en 2017 se descubrieron diversos fallos de seguridad, la cosa no parece que vaya mucho mejor este año. Según acabamos de conocer, se ha encontrado un grave fallo en el diseño de los procesadores Intel cuya solución pasaría por ralentizar entre un 5% y un 30% los ordenadores afectados mediante una actualización del sistema operativo.
Un error fundamental en el diseño de los procesadores Intel ha obligado a realizar cambios importantes en el núcleo de Linux o Windows para “solucionarlo”. En Linux trabajan para lanzar una nueva versión de su kernel con esta corrección lo antes posible. Por su parte, desde Microsoft avisan que el próximo 9 de enero de 2018 deberíamos tener el parche disponible. Este parche ya ha sido enviado a los usuarios del programa Windows Insider el pasado mes de diciembre. En el caso de macOS, también será necesario contar con una actualización que ponga el error bajo control.
Tu PC se ralentizará hasta un 30% por este grave fallo de Intel
Este fallo de seguridad ha salido a la luz hace unas horas, aunque no se han publicado los detalles técnicos para evitar que puedan ser aprovechados por terceros. Lo que sí sabemos es que la solución no será del agrado de los usuarios. En este caso, no basta con un parche que cierre el agujero de seguridad. También tendremos que sufrir una ralentización del procesador de entre un 5% (en el mejor de los casos) y hasta un 30% (en el peor de los casos).
Los manes de HardZone señalan que esto puede ser especialmente grave en la computación en la nube. En este caso, los más afectados serían los servidores de Amazon EC2, Microsoft Azure o Google Compute Engine. En el caso de los usuarios domésticos, dependiendo del nivel de ralentización, podría ser incluso imperceptible.
Volviendo al fallo de seguridad y a falta de conocer los detalles, todo indica que está relacionado con el control entre el Kernel del sistema operativo y la CPU. Un error a la hora de programar el firmware de los procesadores hace que los sistemas operativos no sean capaces de controlar correctamente los permisos de las aplicaciones. Esto implica que algunas puedan llegar a tener permisos globales en el sistema.
No obstante, tendremos que esperar todavía unos días para conocer todos los detalles exactos del problema con los procesadores Intel. Eso sí, desde todos los ámbitos se recomienda instalar los parches de seguridad que sean lanzados, aunque eso suponga asumir una pérdida de rendimiento en el sistema.