El pensamiento positivo a largo plazo puede disminuir la motivación, impedir que se alcancen los objetivos y dar paso a la frustración, según señala la profesora de Psicología de las Universidades de Nueva York (EE.UU.) y Hamburgo (Alemania), Gabriele Oettingen, en su artículo publicado en la revista digital 'Aeon
Uno de los experimentos que ha realizado la científica mostró que los participantes que llevaron varios minutos imaginando algo positivo tuvieron un descenso en la tensión arterial sistólica, una medida estándar del nivel de energía. El pensamiento positivo "impide el rendimiento, ya que relaja a la persona y agota la energía necesaria para pasar a la acción", explica Oettingen. Este estado de relajación sucede porque "fantasías positivas engañan" a la mente, al hacer que la persona piense que ya ha logrado sus objetivos.
En otro estudio reciente de esta serie, científicos pidieron a 88 estudiantes que completaran una docena de escenarios con el objetivo de revelar la conexión entre la actitud positiva y la depresión. Las historias estaban relacionadas con los logros, las relaciones interpersonales y la salud. Los participantes apuntaron sus pensamientos e imágenes y los calificaron de positivos o negativos en una escala del uno al siete.
Durante el experimento los investigadores analizaron el nivel de depresión entre los estudiantes. Según uno de los escenarios, la persona tiene que imaginar que está trabajando en un proyecto importante y que no puede entregarlo a tiempo, por lo que pide a su cliente que le dé una prórroga. Los participantes fueron invitados a imaginar que estaban en la sala de espera y apuntar sus pensamientos respecto a la resuesta. El cliente comunica su decisión y la misma determinará cómo termina la situación para cada uno de los participantes. Asimismo, durante el experimento los investigadores analizaron el nivel de depresión entre los estudiantes.
Un mes después los jóvenes volvieron a completar más historias y fueron evaluados desde el punto de vista del nivel de la depresión. Tras analizar los resultados, Oettingen junto con sus colegas ha descubierto que cuanto más positivo fue el pensamiento de los estudiantes, menos síntomas de depresión mostraron tras la evaluación inicial, pero esos síntomas se manifestaron en el mes posterior.
Según Oettingen, es posible lograr mejores resultados a través del método del "contraste mental", que consiste en determinar un deseo, analizar las posibles consecuencias y obstáculos a base elaborar un plan adecuado. Cuanto más reales son los fines, más probabilidades hay de que se logren.
