Se ha convertido en un clásico de la prensa gráfica deportiva. Pero, ¿cuál es el origen de este gesto?
"Se ha vuelto una obsesión con los fotógrafos", afirmó David
Wallechinsky, presidente de la Sociedad Internacional de Historiadores
Olímpicos y coautor de 'The Complete Book of the Olympics' ('El libro
completo de los Juegos Olímpicos'), en 2012, informa 'The Washington Post'.
"Creo que la ven como una toma icónica, como algo que probablemente se
puede vender. No creo que sea algo que los atletas quieran hacer por su
propia cuenta", añade.
La práctica de morder el metal radica en la
idea de poner a prueba la pureza del oro de las monedas y comprobar
que, en efecto, está hecha de este metal precioso o que por el
contrario, a pesar de contar con la apariencia del mismo, se trata de
pirita chapada (un material más barato con el cual también se solían
producir monedas). Los dientes humanos son más fuertes que el oro pero
no que la pirita, por lo que este último material dañaba la dentadura.
Las
medallas olímpicas de oro cuentan en realidad con solo un 1,34% de ese
metal, siendo el resto plata (93%) y cobre (6%), informa ABC News. Las
medallas de los JJ. OO. de Río 2016 están elaboradas en gran parte con
plata reciclada, lo que las hace "las más sostenibles" del mundo, afirma
el colaborador de 'Forbes' Anthony DeMarco, añadiendo que los
materiales que componen las medalla de 'oro' tienen un valor de 564
dólares. Solo en los JJ. OO. de 1904, 1908 y 1912 se utilizaron medallas
de oro sólido.