El principal enemigo de Windows 10 es Windows 7, y por eso desde Microsoft llevan ya una temporada desprestigiando a su propio sistema operativo lanzado en 2009 para que cada vez más usuarios se pasen al nuevo, algo que está teniendo un efecto contrario. A día de hoy, Windows 7 sigue estando presente en más ordenadores que el nuevo Windows 10, y no es algo que parece que vaya a cambiar a corto plazo.
Ahora, los de Redmond, en concreto en Microsoft Alemania, ha aconsejado a usuarios y empresas con Windows 7 la actualización a Windows 10 alertando de los “grandes peligros por la arquitectura obsoleta de Windows 7”. Si las continuas y molestas notificaciones que han sufrido los usuarios de Windows 7 para cambiarse a Windows 10 no fueron en su tiempo lo suficiente, ahora desde la propia empresa norteamericana entran al juego de la persuasión embutiendo miedo a los usuarios.
En Microsoft Alemania puede leerse que “Windows 7 se basa en una arquitectura de seguridad obsoleta [...] Las empresas y usuarios que no actualicen a Windows 10 en los próximos tres años, se enfrentarán a grandes peligros”, en referencia a que en 2020 acaba el soporte oficial para Windows 7. Con esto intentan empujar el cambio a Windows 10.
En Microsoft no quieren enfrentarse al mismo problema que con Windows
8, un sistema operativo que no llegó a triunfar porque el público y
empresas siguieron prefiriendo Windows 7. Ahora quieren enfatizar
posibles peligros de Windows 7 para incentivar al cambio. Tampoco quieren que suceda lo mismo que con Windows XP, que sigue estando presente en un gran número de ordenadores, sobre todo en países emergentes a pesar de que las actualizaciones oficiales acabaron ya hace años.