No todo el mundo puede permitirse el lujo de adquirir la versión más premium
del iPhone o Android con gigas y gigas de capacidad, y en una sociedad
invadida por un consumo casi enfermizo de contenido multimedia y redes
sociales, en un abrir y cerrar de ojos uno puede verse con la alerta en
el móvil de que se ha agotado el espacio. El problema adicional, por
otro lado, los móviles más modernos no cuentan con soporte para tarjetas
externas que permitan ampliar su capacidad de almacenamiento, con lo
que no queda otra que ‘hacer orden’ dentro de casa. Por fortuna, los
fabricantes tienen contemplada esta situación y proponen los siguientes
trucos:
Eliminando fotos (o subiéndolas a la web)
¿Realmente necesitamos contar con 20 GB de fotos
almacenadas en el móvil? Por lo general, recurrimos a ellas en contadas
ocasiones y lo más inteligente es almacenarlas en el ordenador, o mejor
todavía, en un servicio en la nube. El iPhone cuenta en su última
versión de iOS con una interesante función para los abonados al servicio
iCloud: la optimización del almacenamiento. En Ajustes/Fotos y
activando “Optimizar almacenamiento” se logra que sea el propio sistema
quien gestione las fotos, sustituyendo los originales por versiones que
ocupan muy poco y descargándolos únicamente cuando hagamos clic sobre
ellos.
Los usuarios de Android cuentan con un sistema semejante mediante la aplicación Fotos de Google, aunque de una manera menos automatizada:
basta con abrir la aplicación, Ajustes/Liberar Espacio, para que la app
borre de la memoria del dispositivo las imágenes y vídeo que ya han
sido previamente sincronizadas con su servidor (los usuarios del iPhone
pueden reproducir este sistema descargando la app para iOS).
Adiós a los archivos gigantes
Uno no se da cuenta, pero una parte muy importante del
espacio consumido en su dispositivo puede llegar de elementos tan
insustanciales como vídeos o fotos que nos llegan a través de WhatsApp o
semejantes. Las plataformas cuentan con herramientas que calibran el
tamaño de apps y adjuntos para que podamos eliminarlos a voluntad: en el
iPhone hay que seguir la secuencia Ajustes/General/Almacenamiento y
“Revisar archivos grandes”, donde se nos mostrará jerárquicamente los
que más ocupan.
En Android el acceso es similar, aunque con más opciones:
abrimos Ajustes/Dispositivo/Almacenamiento y desde ahí podremos eliminar
los datos almacenados en la caché (sorprende descubrir el volumen que
pueden alcanzar ciertas apps), o borrar los datos de ciertas
aplicaciones para dejarlas “de fábrica”. Otra opción disponible es
eliminar las descargas en la misma sección y hacer lo propio con los
archivos multimedia.
La última versión de iOS en el iPhone cuenta además con una interesante función consistente en eliminar
las apps que menos utilicemos; en realidad no las borra, sino que las
deja en la nube con un acceso directo y las vuelve a descargar cuando
hagamos clic sobre ellas. Para activar esta función basta con ir a
Ajustes/iTunes y App Store y ‘Desinstalar apps no utilizadas’; la
plataforma permite hacer otro tanto con las canciones: en Ajustes/Música
se puede activar la casilla ‘Optimizar almacenamiento’, que borra
virtualmente las canciones que menos se reproduzcan.