jueves, 23 de mayo de 2019

Huawei puede vivir sin Google, pero no sin ARM


En el día de ayer supimos el que podría ser el punto más grave dentro de la batalla que Estados Unidos ha iniciado contra Huawei: ARM rompía relaciones con Huawei, lo que es todavía más grave de que Google deje de ofrecerle la licencia oficial de Android a Huawei. En este último caso, Huawei puede crear su propio fork de Android sin los Servicios de Google, pero sin ARM es prácticamente imposible crear un procesador para móviles que pueda competir contra otros fabricantes.

ARM es vital para cualquier fabricante de móviles, antenas, servidores o dispositivos inteligentes


ARM es imprescindible para cualquier fabricante en la actualidad. Su tecnología y diseños son esenciales en sus móviles, tablets, e incluso antenas 5G. Es la arquitectura principal para Android. Además, Android también puede funcionar en procesadores x86, pero Huawei también está vetado de Intel y AMD, por lo que tampoco sería viable. Huawei es actualmente el segundo mayor fabricante de móviles del mundo, y el primero en equipamiento de red.

El bloqueo ha sido conformado por ARM, y la compañía ya ha informado a sus trabajadores y empresas asociadas de que dejen de tener negocios con Huawei. HiSilicon es el segmento de Huawei encargado de crear los procesadores Kirin que usan sus móviles, y se verán obligados a usar los diseños de ARM; al menos, de forma legal.

Con ARM, Huawei puede copiarle sus diseños y su tecnología, pero se vería rápidamente denunciada ante tribunales internacionales por violar patentes. Se vería obligada a vender sólo en China, donde cuenta con el respaldo del gobierno chino, además de ser el país que acumula su mayor volumen de ventas. Básicamente, sería como una empresa china que está recién entrada en el mercado, como fue Xiaomi en su momento cuando copiaba diseños de grandes fabricantes violando patentes. Sin embargo, hacer eso les dejaría sin acceso a nuevas tecnologías de ARM, por lo que quedaría finalmente atrasada a nivel tecnológico.

Estados Unidos podría permitirle en cualquier momento usar tecnología de ARM, y en ese caso la compañía podría sobrevivir al menos en el sector móvil, pero por ejemplo en el de ordenadores se vería obligada a desaparecer. También su segmento de servidores usa tecnología ARM, al igual que otros dispositivos del Internet de las cosas.

RISC-V: una alternativa que no tiene ni pies ni cabeza


¿Una posible alternativa para Huawei? Usar la arquitectura RISC-V, que es abierta y no requiere licencia. Sin embargo, Android no existe para RISC-V, y si Google no lo crea, Huawei no podría usarlo. E incluso si dentro de varios años creasen un sistema operativo totalmente nuevo para una arquitectura nueva, ¿quién iba a querer usarlo frente a Android o iOS? Todos sus competidores han muerto en el camino. Es una empresa partiendo desde cero compitiendo contra ecosistemas y fabricantes que tienen más de una década a sus espaldas.

Sin la licencia de Google, Huawei usaría su sistema operativo de la misma forma que en China: sin los Servicios de Google, y creando su propia tienda de apps. En ese caso todavía podría uno plantearse si merece la pena comprar un móvil de Huawei, aunque seguro que perderían muchas ventas. Sin embargo, perder a ARM es algo que no puede permitirse. Es como si a Coca-Cola le impidiesen usar agua carbonatada.

Huawei puede seguir usando los procesadores que tiene licenciados ya, como el Kirin 980 o el próximo Kirin 985. A partir de ahí, estará obligada a seguir reutilizándolos si va a lanzar móviles nuevos, ya que desde el 22 de mayo de 2019 no tienen acceso a su licencia. Panasonic, de quien compraba también algunos productos, también ha dejado de hacer negocios con Huawei. En definitiva, si nada cambia, Huawei podría dejar de lanzar móviles nuevos a partir de 2020. Sus ventas ya están desplomándose a nivel global por la incertidumbre.