Cada vez es más complicado conectarnos a Internet y tener la certeza de que mientras navegamos por la red lo estamos haciendo con privacidad. Por un lado u otro, la mayoría de las plataformas y aplicaciones de código cerrado (como Google Chrome, Windows, los DNS, etc) recogen información sobre los usuarios, como gustos, intereses o la forma de usar el software o servicio del que se trate, pero sea como sea, esa información supone un serio problema para la privacidad a la hora de conectarnos a la red, estando totalmente identificados y controlados vayamos donde vayamos.
Microsoft, Google, Amazon, los proveedores de Internet… desde el momento en el que abrimos nuestro navegador nuestra privacidad y las posibilidades de proteger nuestra identidad queda por los suelos. Por ello, si realmente nos preocupa nuestra privacidad y queremos conectarnos a Internet de forma segura y totalmente anónima, existen diferentes servicios y aplicaciones de código abierto diseñadas para ayudarnos a preservar nuestra identidad cuando navegamos por Internet, servicios y aplicaciones como los que vamos a ver a continuación.
Aplicaciones, servicios y proyectos de código abierto para conectarnos a Internet con la mayor privacidad posible
El sistema operativo: Ubuntu o Tails
El sistema operativo suele ser uno de los principales responsables de que puedan identificarnos cuando nos conectamos a Internet. Desde la llegada de Windows 10, sobre todo, no hemos parado de leer artículos en los que se demuestra cómo Microsoft recopila todo tipo de información sobre los usuarios de su sistema operativo, recopilación de datos que a día de hoy se extienda incluso hasta Windows 7.
Si queremos proteger nuestra privacidad cuando nos conectemos a Internet, lo primero que debemos cuidar es nuestro sistema operativo. Un sistema operativo como Ubuntu (o mejor, Debian, más privado) e incluso opciones más avanzadas y centradas en la privacidad, como Tails, nos ayudarán a mantener nuestra privacidad cuando estemos conectados a la red.
El navegador: Tor Browser o Firefox
Desde el momento en el que descargamos Google Chrome en nuestro ordenador, el navegador asocia la instalación a un ID, identificador a través del cual es posible identificarnos muy fácilmente en cuanto empezamos a navegar por él.
Si queremos navegar de forma privada y anónima es necesario utilizar un navegador de código abierto que esté fuera del control de Google, como por ejemplo Firefox. A diferencia de Chrome, Firefox es un navegador enfocado principalmente a mantener la privacidad de los usuarios. Si queremos, también podemos optar por un navegador basado en Chromium pero al que se le hayan eliminado todas las funciones de recopilación de datos y las conexiones remotas con los servidores de Google.
Si queremos ir aún más allá, siempre podemos elegir un navegador enfocado a la privacidad extrema, como Tor Browser, que además de no recopilar ningún tipo de datos de los usuarios, también se encarga de cifrar y enviar el tráfico a través de la red Tor.
Cifrado en las conexiones: VPN o Tor
Un buen servidor VPN puede ayudarnos también a conectarnos de forma anónima a través de Internet, cifrando los datos desde que dejan nuestro ordenador y suplantando nuestra IP y todos los identificadores que se podrían asociar con nuestra persona por los propios del servidor remoto, impidiendo que ninguna web, gobierno o compañía pueda identificar el tráfico con nosotros. Dentro de la gran cantidad de servidores y protocolos VPN, si queremos estar seguros de que no esconden nada entonces debemos recurrir a uno lo más de código abierto posible, como es el caso de OpenVPN.
Si queremos una privacidad aún más extrema también debemos tener en cuenta la red Tor, la red distribuida y OpenSource que nos permite reenviar todo nuestro tráfico a través de ella para que no sea posible rastrearlo y poner en peligro nuestra privacidad.
Los DNS: OpenDNS
Por último, uno de los requisitos básicos que necesitamos para poder conectarnos a Internet es un servidor DNS. Google (8.8.8.8 y 8.8.4.4) tiene los suyos, Cloudflare (1.1.1.1 y 1.0.0.1) también IBM (9.9.9.9 y 149.112.112.112), entre otros muchos. Además, los proveedores de Internet como Movistar, Jazztel, Orange y Vodafone tienen sus propios DNS y los configuran por defecto en sus router para permitir la navegación de los usuarios.
Todos estos DNS tienen en común que recogen información de los usuarios al ser de naturaleza cerrada. Por ello, si realmente nos preocupa nuestra privacidad cuando nos conectamos a Internet debemos buscar una alternativa que sea lo más abierta posible, como es el caso, por ejemplo, de OpenDNS, servidor DNS abierto que nos ayuda a preservar nuestra seguridad.
Una combinación de todo lo anterior nos ayudará a permanecer anónimos en la red
Es muy complicado poder ser anónimos en Internet, cada vez más, aunque por suerte a día de hoy no es imposible conseguirlo.
Por ejemplo, podemos instalar Tails en una memoria USB para ejecutarla en modo Live (desde la RAM), y utilizar Tor Browser (navegador basado en Firefox) para conectarnos a Internet a través de la red Tor. A la hora de configurar la red podemos optar por usar unos DNS abiertos, como OpenDNS (208.67.222.222 y 208.67.220.220), pudiendo conseguir así la máxima privacidad posible al navegar por la red.