Cuando ‘enchufamos’ el cable Ethernet a un ordenador, o conectamos a la red WiFi de nuestro router, Internet empieza a funcionar. Sin embargo, la configuración de red –o su funcionamiento-, incluso en el ámbito doméstico, es algo realmente complejo. El protocolo DHCP es uno de los que permite que todo esto funcione de forma rápida, sencilla y ‘silenciosa’ para los usuarios, pero tiene algunas limitaciones. Te contamos qué es el protocolo DHCP, cómo activarlo o desactivarlo, y otros datos que deberías conocer.
¿Qué es el DHCP? Así funciona el protocolo
DHCP viene de ‘Dynamic Host Configuration Protocol’, es decir, protocolo de configuración dinámica de host. Se trata de un protocolo de red tipo cliente / servidor que se encarga de asignar direcciones IP de forma dinámica, pero también otros parámetros relativos a la configuración de red, a todos y cada uno de los dispositivos que estén conectado. Esto es lo que permite que puedan comunicarse con otras redes IP; y la gestión inteligente se lleva a cabo gracias al servidor DHCP, que cuenta con una lista de direcciones IP dinámicas para poder ir asignándoselas a los clientes a medida que van quedando libres, y considerando siempre cuánto tiempo la tienen, qué cliente la tiene y a cuál se le ha asignado a posteriori.
DHCP surgió a raíz de BOOTP, el ‘Procolo de Arranque’ de principios de los años 90. Este protocolo era la forma de completar la información de clientes, y requería de configuración manual. Daba importantes problemas porque no era capaz de recuperar de forma independiente la dirección IP de cada cliente, de tal modo que se producían fallos recurrentes en las conexiones. La primera iteración de DHCP, posterior, mejoró el rendimiento y la estabilidad introduciendo las primeras automatizaciones.
Actualmente, DHCP es un ‘componente’ crítico, en tanto que en redes cableadas e inalámbricas, y mixtas, son varios los dispositivos que se tienen que conectar de forma simultánea y, por lo tanto, del protocolo DHCP depende que se puedan mantener las conexiones de forma estable. Es precisamente por ello por lo que se recomienda mantener activado DHCP en la configuración de red.
Cómo podemos activar y desactivar DHCP en Windows 10 y para qué
Configurar Windows 10 con DHCP y sin DHCP
Si tienes un ordenador con sistema operativo Windows 10, tienes la opción de activar y de desactivar el protocolo DHCP desde la configuración de red del dispositivo. Lo haremos accediendo a la barra de tareas en la parte inferior, pulsando sobre buscar para entrar en Panel de Control y después en Redes e Internet. Dentro de este apartado encontraremos Ver el estado y las tareas de red y, desde aquí, ya podremos ver en el panel lateral izquierdo la opción ‘Cambiar configuración del adaptador’. Tendremos que seleccionar el adaptador que utilizamos para conectar a Internet, pulsar después en Propiedades y modificar los ajustes.
Lo que debemos hacer es seleccionar Protocolo de Internet versión 4 para pulsar en Propiedades y, a continuación, deberíamos ver marcado ‘Obtener dirección IP automáticamente’ y ‘Obtener dirección del servidor DNS automáticamente’. Estas dos opciones es imprescindible que estén activadas para poder activar el protocolo DHCP en ordenadores con sistema operativo Windows 10. Sin embargo, si queremos desactivar DHCP, tendremos que marcar ‘Usar esta dirección IP’, y configurar una de forma manual, y seleccionar también la opción ‘Usar esta dirección DNS’ para configurar una por nosotros mismos.
¿Por qué desactivar DHCP en Windows 10?
Desactivar el protocolo DHCP en ordenadores con sistema operativo Windows 10 puede servir para cumplir con necesidades específicas. La asignación dinámica de direcciones IP en red nos va a dar ciertos problemas si queremos aplicar configuraciones específicas por dispositivo –que podrían hacerse por MAC-. Al desactivar los DNS automáticos, podemos configurar servidores DNS de forma manual para acelerar la resolución y, en cierto modo, mejorar la velocidad de conexión y, sobre todo, evitar las limitaciones de algunos operadores.
También para configuraciones de red profesionales es crucial hacer ajustes por dirección IP, y es en estos casos en los que interesa desactivar DHCP en Windows 10. También, el control de tráfico de dispositivos es más sencillo cuando únicamente se asigna una dirección IP al dispositivo y, por lo tanto, no se utiliza el protocolo DHCP en red. Para configuraciones típicas, salvo en las que se quieran abrir o cerrar puertos para usos concretos, por ejemplo, es mejor dejar activado DHCP en Windows 10 y en el resto de dispositivos conectados a la red.
Ventajas e inconvenientes de activar y desactivar el protocolo DHCP en el router
DHCP está activado por defecto en todos los routers que distribuyen los operadores de telecomunicaciones a sus clientes, y en los que se pueden comprar de forma independiente. El protocolo, como comentábamos anteriormente, permite que se asignen direcciones IP de forma dinámica a todos los dispositivos que conectan en red tanto por cable Ethernet como por Wi-Fi, sin cables. Y así, la gestión de dispositivos es mucho más cómoda, rápida y fluida, y el usuario no tiene que configurar absolutamente nada.
Ventajas
Tener activado el protocolo DHCP tiene varias ventajas, y una de ellas es el ahorro de tiempo en configuración. En tanto que la conexión y desconexión de equipos se hace de forma automática, no tenemos que malgastar tiempo en configurar direcciones IP de forma manual. Por otro lado, también tiene la ventaja de simplificar la configuración de red. El usuario, o los usuarios, simplemente tienen que conectar el cable de red o conectar a la red Wi-Fi, y no necesitan conocimiento alguno para que la asignación de direcciones IP funcione por sí sola.
Inconvenientes
El problema de tener configurado DHCP está en la seguridad, y principalmente en redes Wi-Fi. Si está habilitado el servidor DHCP, un intruso contará con una dirección IP nada más conectarse, mientras que sin este protocolo se requerirá la asignación manual y, en caso de que se haya modificado de forma manual el rango de IPs, el ‘hacker’ tendría problemas. También, contar con DHCP activado dificulta la identificación de dispositivos en red y la configuración de servicios que requieren de direcciones IP estáticas como, por ejemplo, abrir o cerrar puertos.
Entonces ¿deberíamos tener el protocolo DHCP activado en nuestro router, o mejor desactivado?
Salvo que tengamos ciertos conocimientos técnicos sobre la configuración de red LAN, es conveniente dejar DHCP activado. Si utilizamos el Wi-Fi, y estamos preocupados por la seguridad de la red y los dispositivos conectados a la misma, entonces quizá nos interese desactivar el servidor DHCP y optar por la asignación manual de direcciones IP en la red LAN y, sobre todo, la modificación de rango a uno alternativo.