viernes, 20 de diciembre de 2019

30 años después, ‘The Panama Deception’ de Bárbara Trent, documental sobre la Invasión


The Panama Deception es una película que ganó el Oscar como mejor documental en 1992.  El filme fue dirigido por Bárbara Trent, editada por David Kasper y narrada por Elisabeth Montgomery.

La película es un crítica tanto a la invasión de Estados Unidos a Panamá, en diciembre de 1989, como también una crítica a los medios de comunicación de Estados Unidos que cubrieron este evento y que dejaron a un lado las verdaderas razones que originaron esta acción militar.

En el transcurso del filme, se considera que la razón fundamental de la invasión fue la destrucción de las Fuerzas de Defensa, ya que autoridades de los EE.UU. las consideraban un obstáculo para poder controlar el país, e instalar en Panamá un estado cipayo.

En el filme se afirma que esta incursión militar costó la vida a cerca de 4 mil personas, y muestra la devastación y destrucción que la misma produjo. Se insiste en todo el desarrollo de la cinta la complicidad de las grandes redes mediáticas, por no cubrir la verdad de los hechos.

En el transcurso del filme se entrevista al General Maxwell Thurman, que dirigió la operación militar; al presidente Guillermo Endara, que tomó posesión en una base militar de EE.U.U., en Panamá; Pete Williams, vocero del pentágono; el representante Charles Rangel, que manifestó su oposición a este hecho; al diplomático Humberto Brown; y a activistas de Derechos humanos, como Olga Mejía e Isabel Corro.

El periodista del Washington Post, Hal Hinson, hizo un minucioso análisis del documental en un artículo publicado por este periódico el 17 de octubre de 1992, y considera que, desde el punto de vista político, los datos ofrecidos eran muy inflamables y que la investigación estaba rigurosamente documentada con pruebas irrefutables.

Entre los datos ofrecidos por la película, estaba que, durante la gestión de George Bush como director de la CIA, Manuel Antonio Noriega (q.e.p.d.) figuraba dentro de su planilla, y que la administración Reagan ordenó el reingreso de Noriega en dicha Planilla a pesar de que el director anterior de la mencionada agencia, Stanfield Turner, de la administración Carter, ordenara el fin de esta relación económica con el General Noriega.

Noriega fue considerado por los EE.UU. un aliado fiable en Centroamérica, pero posteriormente, hubo un cambio en esta posición y decidieron sacarlo de su camino.

Hinson relata que la cifra de muertos dada por las fuentes oficiales del Gobierno  panameño, que ascendió a 220 muertos civiles y 314 militares, estaba muy lejos de ser cierta. Por testimonios de  declarantes presenciales de los hechos, las víctimas llegaron a varios miles. Los testimonios también sugieren que en la invasión se utilizaron armas no convencionales, conclusión derivada de las características de muchos heridos por quemaduras.

Hinson dice textualmente lo siguiente: «Debido a que la prensa estadounidense fue en gran parte excluida del conflicto, lo que sucedió realmente durante el conflicto de tres días permanece envuelto en el misterio. Como resultado, seguir el curso de los eventos presentados por los cineastas es como comerse una alcachofa: pelar una capa solo deja al descubierto otra. Según la película, capturar a Noriega nunca fue uno de los principales objetivos de la invasión; el principal motivo estadounidense fue la eliminación del escuadrón de matones militantes de Noriega. Tampoco fue la acción simplemente un acto de retribución por la muerte de un soldado estadounidense, quien, según informó Los Angeles Times, era miembro de un grupo conocido como los Hard Chargers, cuya misión era provocar ataques contra los estadounidenses, abriendo así la puerta para represalias».  

Hinson termina su relato con lo siguiente: «Según los hallazgos de Trent, la invasión fue una configuración elaboradamente diseñada para provocar un incidente internacional y darle a los Estados Unidos la oportunidad de salir del Tratado Carter-Torrijos, devolviendo el control del Canal de Panamá a los panameños para el año 2000; su músculo militar y realizar una prueba de nuevas tecnologías. En otras palabras, era beligerante, completamente innecesario y, como concluyeron los integrantes de las Naciones Unidas, en completa violación del derecho internacional. Y los cineastas lo acusan, porque Estados Unidos ha incumplido su compromiso de compensar económicamente a las víctimas civiles, miles siguen sin hogar y continúan las violaciones a los derechos humanos».

The Panama Deception

El filme The Panama Deception tuvo una gran repercusión política dentro y fuera de los Estados Unidos como también en Panamá y es un documento histórico de gran valor para las futuras generaciones de panameños que desconocen es capítulo de la historia de Panamá porque no se imparte correctamente en las escuelas y universidades de nuestro país.  

Este episodio de nuestra historia no ha sido evaluado científicamente por nuestros historiadores, sumado a que, al actual bloque de poder que maneja los destinos del país no le interesa que dicha evaluación se haga por ser precisamente la beneficiaria de la invasión. The Panama Deception, en gran medida, realiza esa evaluación aunque desde una perspectiva estadounidense. Falta ahora la perspectiva panameña.

Fuente: Gilberto Marulanda