Científicos han analizado los efectos que el consumo de los cigarillos electrónicos tiene a largo plazo para la salud de varios tipos de consumidores.
Mientras la popularidad de los cigarrillos electrónicos crece en todo
el mundo, la comunidad científica continúa estudiando si este sustituto
del tabaco tradicional, cuyo uso se ha revelado ocasionalmente contradictorio, es dañino para la salud y si este supuesto daño es inferior a lo de los cigarrillos convencionales.
En un nuevo estudio un grupo de científicos de Reino Unido y EE.UU. ha analizado los efectos que los cigarrillos electrónicos tienen para la salud humana a largo plazo. Como asegura el
doctor Lion Shahab, de la universidad King's College London, al portal
Digital Trends, la investigación difiere de estudios anteriores que
examinaban los efectos que estos aparatos tienen en los animales y en
los modelos de células.
En el marco de la investigación los
científicos analizaron las tasas de agentes químicos causantes de cáncer
en los cuerpos de cinco grupos de personas: los que consumen
cigarrillos tradicionales, los que antes consumían los cigarrillos
tradicionales y luego los sustituyeron por aparatos electrónicos, los
exfumadores sometidos a tratamiento de reemplazo de nicotina (NRT) y los
fumadores que combinan varios tipos del consumo de estos productos.
Los
resultados revelaron que las tasas de las sustancias carcinógenas en el
organismo de los exfumadores que ahora consumen cigarrillos
electrónicos es un 97,5% menor que en el de los fumadores actuales.
Según los autores del estudio, eso significa que los cigarrillos
electrónicos seguramente son menos peligrosos, pero solo en términos
cancerígenos y siempre que el exfumador renuncie por completo al consumo
de los cigarillos convencionales.
Asimismo, Shahab precisó que en
el futuro harán más estudios para conocer los efectos que los
cigarrillos electrónicos podrían tener en el sistema respiratorio y la
salud cardiovascular.