Las redes sociales jugaron un papel muy importante tras los atentados perpetrados el jueves en las ciudades catalanas de Barcelona y Cambrils.
Según recoge el diario digital 'El Español', Twitter y Facebook fueron ampliamente utilizados por los habitantes de las ciudades o por los turistas para informar de su estado a familiares y amigos tras la petición de las autoridades de limitar las llamadas para no saturar las líneas telefónicas.
La Policía y los servicios de emergencia también recurrieron a Twitter para difundir información oficial para dar a conocer el desarrollo de la situación en Barcelona y pedir ayuda a los ciudadanos.
Asimismo, WhatsApp fue empleado tanto por ciudadanos como por los Mossos d'Esquadra (la Policía autonómica catalana) para intercambiar informaciones.
La aplicación de mensajería se usó para divulgar la petición de información de los Mossos d'Esquadra sobre la segunda furgoneta con la que habrían huido los autores del atentado de Barcelona. Además, también se utilizó para difundir imágenes de los sospechosos del ataque.
Efecto dañino
Sin embargo, WhatsApp también fue aprovechado para propagar bulos entre los usuarios, llegando a provocar el pánico entre muchas personas.
Según el diario, en varias cadenas de mensajes atribuidos erróneamente a los cuerpos policiales se difundieron diversas alarmas falsas sobre 'inminentes' ataques en otras ciudades españolas.
Otras informaciones falsas que se extendieron hablaban sobre un supuesto cierre de vías en Cataluña y otras comunidades autónomas de España, así como sobre un despliegue de militares. En estos mensajes, se utilizaban imágenes antiguas haciéndolas pasar por fotografías de actualidad.
- Al menos 13 personas han muerto y más de 100 han resultado heridas en el atentado terrorista registrado en la tarde del 17 de agosto en el centro de Barcelona (España).
- Una furgoneta accedió a la zona peatonal de la Rambla de Cataluña para atropellar a decenas de personas que paseaban por esta concurrida calle.
- Posteriormente, en la madrugada del 18 de agosto, la Policía evitó otro gran atentado al abatir a cinco hombres que arrollaron a varias personas en Cambrils, cerca de Barcelona. El ataque dejó seis heridos.