Los
cibercriminales tienen muchas vías de entrada para robar los ahorros de
los usuarios. Sin embargo, con la creciente actividad de los
smartphones para conectarte a diversos servicios, el número de teléfono se ha convertido en un dato imprescindible para el registro, y también para robarte.
Los usuarios no son acceden a sus aplicaciones de redes sociales, también instalados los servicios de dispositivos de banca en el móvil. Por lo que una herramienta como el móvil también supone un sistema de identificación, que en muchos casos se emplea a través de la huella dactilar.
Ante este DNI digital, los cibercriminales se han percatado del premio que supone tener el número de teléfono móvil, cuando se refleja en lugares de poca confianza. Así como también se puede obtener convenciendo a una operadora de esa asignación de dígitos les pertenece a ellos, como argumenta la «BBC».
Por un lado, son muchos los proveedores de servicios que obligan a realizar una operación de verificación de dos pasos, en los que uno de ellos es a través del número de teléfono y la recepción de un SMS con una código a insertar. No es muy difícil conseguirlo cuando muchas veces los usuarios olvidan en que portales se han registrado y que información han facilitado, así como usar la operación «No recuerdo la contraseña».
A finales del año pasado, «Forbes» publicó un artículo en el que habló sobre los robos de criptomonedas, como bitcoin o ether, en el que cuenta la historia de una de estos hurtos. Un usuario observó que en dos de sus emails la contraseña no funcionaba, así que decidió llamar a la compañía ante la duda de si había pagado la factura del teléfono, por si el problema radicaba ahí.
Sin embargo, la operada le indicó que ese número de teléfono había sido transferido a otra compañía. Resultó que un hacker le había suplantado su identidad, derivando sus cuentas bancarias, de PayPal y monederos de bitcoin a su propiedad.
Ante esta suplantación de identidad para robar a los usuarios, lo mejor son métodos que prevengan la desidia de encontrarse con que los servicios de salvaguarda de tu dinero ya no te pertenecen.
Siempre se recomienda establecer una clave de acceso básica, aunque también puede ser hackeada sin problemas. Sin embargo, se recomienda tener una cuenta de correo electrónico diferente para usar en este casos cuando se introduce el teléfono móvil.
Dependiente del país en el que te encuentre, se puede exigir a la operadora que solo quieres realizar cambios en persona en un establecimiento de la compañía. Asimismo, el usuario se puede registrar en Google Voice para conseguir una cuenta con la que bloquear el número. Por otro lado, no se debe vincular el teléfono en portales poco seguros o desconocidos.
Los usuarios no son acceden a sus aplicaciones de redes sociales, también instalados los servicios de dispositivos de banca en el móvil. Por lo que una herramienta como el móvil también supone un sistema de identificación, que en muchos casos se emplea a través de la huella dactilar.
Ante este DNI digital, los cibercriminales se han percatado del premio que supone tener el número de teléfono móvil, cuando se refleja en lugares de poca confianza. Así como también se puede obtener convenciendo a una operadora de esa asignación de dígitos les pertenece a ellos, como argumenta la «BBC».
Por un lado, son muchos los proveedores de servicios que obligan a realizar una operación de verificación de dos pasos, en los que uno de ellos es a través del número de teléfono y la recepción de un SMS con una código a insertar. No es muy difícil conseguirlo cuando muchas veces los usuarios olvidan en que portales se han registrado y que información han facilitado, así como usar la operación «No recuerdo la contraseña».
A finales del año pasado, «Forbes» publicó un artículo en el que habló sobre los robos de criptomonedas, como bitcoin o ether, en el que cuenta la historia de una de estos hurtos. Un usuario observó que en dos de sus emails la contraseña no funcionaba, así que decidió llamar a la compañía ante la duda de si había pagado la factura del teléfono, por si el problema radicaba ahí.
Sin embargo, la operada le indicó que ese número de teléfono había sido transferido a otra compañía. Resultó que un hacker le había suplantado su identidad, derivando sus cuentas bancarias, de PayPal y monederos de bitcoin a su propiedad.
Ante esta suplantación de identidad para robar a los usuarios, lo mejor son métodos que prevengan la desidia de encontrarse con que los servicios de salvaguarda de tu dinero ya no te pertenecen.
Protege tu identidad
Siempre se recomienda establecer una clave de acceso básica, aunque también puede ser hackeada sin problemas. Sin embargo, se recomienda tener una cuenta de correo electrónico diferente para usar en este casos cuando se introduce el teléfono móvil.
Dependiente del país en el que te encuentre, se puede exigir a la operadora que solo quieres realizar cambios en persona en un establecimiento de la compañía. Asimismo, el usuario se puede registrar en Google Voice para conseguir una cuenta con la que bloquear el número. Por otro lado, no se debe vincular el teléfono en portales poco seguros o desconocidos.