La llegada de Windows 10 allá por el año 2015 no estuvo libre de polémica. Microsoft despertó la furia de miles de usuarios con su agresiva estrategia para conseguir el máximo número posible de instalaciones, y entre indemnizaciones, cambios en su política y acusaciones de excesos en materia de privacidad,
la compañía vivió un año para olvidar. Pero las consecuencias de esta
estrategia todavía no han terminado, y la última noticia nos llega
directamente desde Alemania.
Resulta que, hace exactamente 18
meses, un grupo de defensa de derechos de los consumidores asentado en
el estado de Baden-Wurtemberg (Alemania) presentó ante las autoridades
alemanas una acusación a Microsoft en la que se transmitían las quejas de los usuarios al respecto de las actualizaciones forzadas de Windows 10. El caso llegó hasta los tribunales de Múnich, y en la última resolución de la sentencia queda claro que Microsoft deberá cambiar su estrategia en la descarga automática de actualizaciones de Windows 10. Al menos en Alemania.
Tal y como explica este grupo de defensa de los consumidores en su blog oficial, tras más de un año de batallas legales Microsoft ha aceptado no volver a forzar la descarga de actualizaciones de Windows en los dispositivos de los usuarios sin antes tener su permiso explícito para ello. El caso se remonta a los primeros meses de distribución de Windows 10, cuando Microsoft tomó la decisión de forzar la descarga de esta actualización incluso en usuarios que en ningún caso habían dado su autorización para que esta nueva versión de Windows se descargara en el disco duro.
En esos primeros meses de distribución de Windows 10, Microsoft
forzaba la descarga de ficheros de entre 6 y 8 GB en los ordenadores de
los usuarios para que, según la versión oficial, pudieran instalar en
mucho menos tiempo la actualización en el caso de que decidieran dar el
salto a esta versión. Pero incluso aunque el usuario no tuviera
intención alguna de instalar la actualización, de un día para otro podía
encontrarse con que su disco duro había perdido cerca de 10 GB de
espacio libre por culpa de la descarga automática de este fichero.
Dada la dudosa base legal de esta decisión, las quejas, las demandas y las acusaciones a Microsoft no tardaron en dejarse ver por todo el mundo. Y ahora es cuando están empezando a aparecer las sentencias.
De momento, el caso que nos ocupa se aplica solamente para Alemania. Y ni siquiera allí está claro qué consecuencias tendrá este anuncio en el funcionamiento de las actualizaciones de Windows,
ya que la compañía en ningún momento ha aclarado si con su decisión se
refiere solamente a las grandes actualizaciones de sistema operativo -de
la talla de Creators Update, por ejemplo- o si, además de eso, también se aplica para las versiones que tan solamente traen correcciones de errores.