Un equipo de investigadores españoles con la colaboración de BQ ha desarrollado un sistema que tiene la capacidad de detectar un infarto con el móvil antes de que se presenten los primeros síntomas.
La plataforma, llamada COPCAR (Control de Pacientes de Alto Riesgo),
envía alertas para avisar al paciente, a sus familiares y a los
servicios médicos de urgencia de que la persona va a sufrir un ataque al corazón, facilitando el tratamiento rápido de la dolencia.
Cuando se produce un paro cardíaco,
la supervivencia del paciente depende en gran medida del tiempo que
pasa hasta que recibe la atención necesaria. Cada minuto que transcurre se reducen las posibilidades de sobrevivir un 10%, por lo que es de vital importancia apresurarse.
COPCAR ha sido diseñado precisamente para que la atención médica sea hasta un 80% más rápida gracias a la tecnología. La
plataforma se compone de una prenda textil sensorizada, una aplicación
para dispositivos móviles y un centro de datos que interpreta la
actividad cardíaca. Su uso es de lo más sencillo: el paciente se coloca
la prenda y comenzará a registrar sus datos biométricos. Después, los
algoritmos de COPCAR los analizarán para detectar posibles patrones de
distintas patologías cardiovasculares, entre ellas el infarto.
En caso de identificar los signos de que el paciente va a sufrir un
paro cardíaco, el sistema emite una alerta a un Centro de Recogida de
Señales, donde el caso será valorado por un equipo médico. Si se trata
de un trastorno grave, se informará al usuario y sus familiares del estado, localización y riesgo del episodio, así como a los servicios médicos de urgencias si es necesario.
"Una persona suele tardar de media unos 45 minutos en determinar si
está sufriendo un infarto antes de llamar al 911", explica Tomás
Vicente, uno de los responsables del proyecto. "Con COPCAR lo hace en un
minuto porque no tiene que decirlo basándose solo en sus sensaciones".
De media, esta plataforma reduce hasta 17 minutos el tiempo de atención
en entornos urbanos, lo que podría contribuir a salvar la vida de hasta el 90% de pacientes.