Wikipedia se ha convertido, con el paso de los años, en una herramienta cada vez más completa, relevante y didáctica. Con cerca de 45 millones de artículos
en más de 280 lenguas (de los que el español ocupa el tercer puesto con
1,3 millones) parece difícil gestionar tal volumen de información. Máxime cuando se ha extendido en proyectos hermanos de la Fundación
Wikimedia que también incluyen fotografías e imágenes (Wikimedia Commons), libros, bases de datos fiables (Wikidata) y otras áreas del saber humano.
Unas bases tan sólidas como la propia Internet
Pero la clave es tan vieja como la propia Internet: el caos auto-organizado. Cientos de voluntarios con más o menos conocimientos –denominados bibliotecarios y wikipedistas– gestionan las situaciones más complejas de la edición del material, ayudando al resto e incluso organizando votaciones para los temas más relevantes. Pero como cualquiera puede registrarse y cambiar el texto que muestran las páginas más populares a veces suceden cosas de las más extrañas.
Una de las últimas anécdotas sucedió durante el pasado festival de Eurovisión: en la página de Manel Navarro
alguien añadió el apodo "El Gallo" tras terminar su actuación. Las
capturas circularon por las redes sociales y Whatsapp, aunque el registro muestra que el cambio apenas estuvo unos pocos en la página de la Wikipedia hasta que un bot patrulla lo revirtió. Luego la página quedó protegida para evitar más vandalismo. Otro tanto sucedió con el lema de Francia que fue despojada del Liberté, égalité, fraternité
a cambio de un más moderno "voy a pgepagag una sena de pigcoteo".
Gamberradas sin mayor relevancia. Si nadie se hubiera hecho eco y
magnificado la "noticia" ni se hubiera notado el cambio, tampoco duró
más allá de un rato en la página original.
Hay quien usa estas anécdotas o argumentos del tipo
"cualquiera puede editarla" o "a saber de dónde ha salido esa
información" para criticar a Wikipedia con desprecio. Pero ignoran que
esa es precisamente su gran fortaleza: igual que cualquiera puede
editarla también cualquiera puede revertir los actos de vandalismo,
corregir la información errónea o mejorar la que está incompleta
aportando fuentes fiables. Y expertos sobre todos los temas hay más que
de sobra y –como demuestra su propia existencia– con ganas suficientes
para hacerlo.
Una Wikipedia para los nuevos tiempos
En esos momentos en que es difícil distinguir lo que es información de desinformación, contenido interesado de información neutral o publicidad de información honesta los principios de Wikipedia son más relevantes que nunca: su objetivo es ser una enciclopedia; ofrecer un punto de vista neutral; con contenido libre que cualquiera pueda reutilizar; donde se respeten las normas de etiqueta de la comunidad y que se use el sentido común a la hora de editar las páginas.
Muchos de los problemas surgen porque personajes populares o
empresas creen que deberían poder contar con sus propias páginas. Pero
Wikipedia no es un repositorio de información ni unas páginas blancas o
un catálogo de productos. También creen tener derecho a editar o corregir la información que les atañe,
pero entre las normas está evitar el conflicto de intereses (de modo
que nadie debe editar su propia página ni la de su empresa, sus
productos o sus amigos). Otros piensan que pueden incluir datos sin más,
pero Wikipedia no es una fuente primaria y la información debe ir
enlazada a fuentes fiables,
normalmente libros o trabajos científicos ya publicados, noticias en
periódicos de prestigio o enlaces a sitios web de demostrada reputación.
Un diseño para garantizar la resiliencia
La clave de esa resiliencia es que la Wikipedia tiene una gran capacidad de autocorrección. Se diseñó para ello. Y no solo los editores y los lectores pueden corregirla; miles de editores la vigilan, cientos de expertos están al tanto de los cambios que se hacen sobre ciertos temas e incluso legiones de bots se aseguran de que no se produzca vandalismo o correcciones que no tengan sentido. En el peor de los casos – cuando un tema de actualidad populariza o lleva la polémica a ciertos artículos, los bibliotecarios pueden incluso bloquear temporalmente la página para esperar que la información se verifique dos veces antes de publicarse.
Algunos debates y argumentos de las tertulias de radio o
televisión no soportarían una revisión de la primera página de la
Wikipedia sobre el tema del que tratan. Conscientes de su relevancia,
cada vez son más quienes se arman de esos datos para sus discusiones – y
no es raro escuchar aquello de "seguro que está sacado de la Wikipedia;
a saber quién ha escrito eso". Grave error: si está allí probablemente
está más documentado y comprobado de lo que se pueda creer.
La influencia de Wikipedia hace que también sea diana de un mayor vandalismo, que ha de controlarse
Jorge Sierra, vicepresidente de Wikimedia España, opina que
la creciente comunidad de wikipedistas cada vez más involucrada ha sido
clave en los últimos años. Pero también hay otros factores: "La
influencia de Wikipedia hace que también sea diana de un mayor
vandalismo, que ha de controlarse.
Existen herramientas clásicas, como
las listas de seguimiento o los cambios recientes, que siguen entre las
más utilizadas". Gracias a ellas los interesados en un tema –ya sea el cultivo del mejillón, la batalla de Trafalgar o los biopolímeros–
reciben avisos instantáneos de cualquier modificación que se haga en
las páginas de su interés. Quien haya creado una página sin duda estará
interesado en ella (y probablemente habrá muchos más). Si no le interesa
a nadie, seguramente no será muy importante. El caso es que cada
modificación que se hace acaba llegando a las personas más adecuadas
para comprobarla, darla por buena o revertirla.
Otra clave, según Sierra, es Wikidata: "Es un proyecto
hermano de Wikipedia que la encamina hacia una web semántica y que hace
que la base de datos de elementos objetivos (fechas, lugares, títulos…)
sea central, actualizable y accesible por bots y herramientas
automatizadas de corrección." Esto es útil sobre todo para los hechos,
observaciones y acontecimientos incontrovertibles, más que para puntos
de vista o interpretaciones.
El factor humano y la picaresca
La popularidad de Wikipedia ha hecho que todo tipo de empresas y entidades quieran aparecer en ella "cueste lo que cueste", dice Sierra. En Estados Unidos hubo varios casos sonados de intentos de amaños, que se saldaron con la expulsión de los tramposos. En España también se ha dado una situación similar: "Varios wikipedistas recibimos ofertas para que crear artículos de empresas o mejorar otros (normalmente eliminar críticas y añadir información laudatoria). La mejor vacuna siguen siendo las políticas de Wikipedia: punto de vista neutral, información veraz y referenciada".
La mejor recomendación cuando una empresa o persona quiere
editar algo pero no debe hacerlo por un conflicto de intereses es
registrarse y acto seguido utilizar la página llamada Discusión que
acompaña a cada artículo. Allí se puede pedir amablemente que se
modifique un dato o se incluya un enlace; hacerlo de este modo es lícito
y ayuda a quienes editan los artículos. Si alguien intenta vandalizar
un dato repetidas veces de forma anónima un wikipedista examinará los
datos objetivos allí presentados y decidirá quedarse con la opción más neutral, fiable y mejor referenciada.
Sierra tiene que explicarle a sus alumnos cómo es trabajar
con la Wikipedia a diario y lo explica así: "Les digo: si encuentras un
fallo, utiliza la energía de la crítica para corregirlo y de paso
mejorar algo que es de todos. Algunos alumnos me escriben para decirme
que todavía hay dinosaurios en la universidad que les impiden usar
Wikipedia. Supongo que habrá también quien esté en contra de los
teléfonos móviles. Mi experiencia es que los que desprecian Wikipedia
–muchas veces de boquilla, que luego siempre la usan– cambian de opinión
cuando conocen su funcionamiento y la gente que está detrás."
En las recientesV Jornadas de Wikimedia España por el conocimiento libre
celebradas en Murcia. muchos wikipedistas se han desvirtualizado y
visto las caras. Éste y otros encuentros similares son una buena ocasión
para comprobar cuán fiable sigue siendo el mayor recurso informativo y
uno de los proyectos más colosales de toda la Internet.