Estás sentado en una cafetería y puedes navegar de forma gratuita con el WiFi del propio local.
La proliferación de redes WiFi abiertas y libres es cada vez mayor y nos permite acceder a Internet en todo momento, facilitándonos de esta manera ahorrar nuestros propios datos.
Sin embargo, la opción de conectarnos a una red WiFi sin contraseña también entraña determinados peligros, ya que los accesos libres no solo son atractivos para los que quieren navegar, sino también para los hackers y otros ciberdelincuentes. Si echas un vistazo para consultar el tiempo que hará mañana, para leer los titulares del día o consultar una ruta, no resultará un problema, pero la cosa se complica cuando fluyen datos privados. Y eso ocurre en todos los servicios en los que el usuario tiene que registrarse, como en Facebook, WhatsApp, email, servicios cloud y, sobre todo, en la banca online.
Como un libro abierto...
Las redes WiFi abiertas, sin cifrado, y mal configuradas, invitan a los hackers a interceptar información y datos de tipo privado. Este es el caso concreto de, por ejemplo, los datos de acceso o los mensajes.
Hay que tener en cuenta que, a diferencia del caso de las redes domésticas privadas, en las redes WiFi abiertas los navegantes no se encuentran solos.
De este modo, si los ciberatacantes se mueven en la misma red, podrían leer o manipular el tráfico de datos. Y, para llevar a cabo cualquiera de estas cosas, ni siquiera necesitan contar con enormes conocimientos de hackeo.
Al fin y al cabo, no hay que olvidar que existen herramientas y apps especializadas, que ya vienen listas para realizar este tipo de tareas. Y lo que es aún peor: los ladrones de datos pueden crear su propio Hotspot y esperar hasta que las víctimas se registren.
En ese caso, aún les resultará mucho más sencillo registrar el tráfico de datos, ya que este se gestiona por completo en su router.
Trampas ocultas
Es imposible saber si una WiFi libre es segura. Y, además, los nombres de las WiFi de aspecto aparentemente seguro no son ninguna garantía, al fin y al cabo cualquier delincuente puede denominar su Hotspot como ʻWiFi Invitadosʼ, ʻWiFi Hotelʼ o ʻRestaurante Manoloʼ.
Además, un registro en el que necesitas dirección de email y contraseña tampoco dice nada acerca de la seguridad de la red. Después de conocer todo esto, no necesitas renunciar a las WiFi libres, sino que deberás encargarte seriamente de mantener la seguridad apropiada en tu dispositivo.
Así, requerimientos habituales como un sistema operativo actualizado, un navegador moderno y un programa antivirus (excepto en iOS) son lo mínimo. Sin embargo, es algo que se aplica también a cualquier conexión.
Así, la mejor protección para un Hotspot gratuito lo ofrecen las llamadas conexiones VPN. Este tipo de servicio crean un túnel de datos seguro, que anonimiza todas las ʻexcursionesʼ por Internet e impide que dejes rastros.
En general, te inmuniza frente a todos los ataques a tus datos personales. Aunque suena complicado, es sencillo. Por ejemplo, puedes llevar a cabo esto con la aplicación Steganos Online Shield VPN, de la que te hablamos en este artículo.
5 consejos de seguridad en un Hotspot
- Más vale prevenir que curar: hay que partir del hecho de que todo el mundo puede leer lo que envías sin cifrar por una red WiFi abierta. De manera que no escribas información sensible, si no has tomado las precauciones apropiadas como, por ejemplo, la creación de un túnel VPN.
- Nada de conexiones automáticas a redes WiFi: para los ciberdelincuentes, no es ningún problema crear puntos de acceso WiFi. Los dispositivos móviles como smartphones Android o iPhones se pueden conectar automáticamente con todas las redes WiFi que estén a su alcance. Aunque esto puede sonar muy práctico, deberías prescindir de ello. Si te conectas a un punto de acceso que esté manipulado, el hacker podría leer o alterar todas tus comunicaciones.
- Cierra las apps que no necesites: cuantas menos apps o programas funcionen en tu dispositivo, tanto menos ancho de banda necesitas, y también menos posibilidades de ataque le ofreces a los hackers. Así que cierra todas las aplicaciones que funcionan en segundo plano.
- Pregunta en el caso de WiFi dobles: si en la lista de redes ves varias entradas que pueden corresponder al hotel o café en el que estás, es mejor preguntar cuál es la correcta, porque a los hackers les gusta montar redes que se llaman casi igual para, de este modo, darte una falsa sensación de seguridad e interceptar tus contraseñas, fotos, datos privados u otra información.
- Cuidado con el entorno: los atacantes no solo pueden robar tus datos a través de las redes. Los ciberdelincuentes pueden tambien intentar ver tus contraseñas desde la mesa de atrás o con unos prismáticos. Así que, cuando escribas datos privados como contraseñas, asegúrate también de que nadie pueda mirarte por encima del hombro.