¿Quién no ha recibido un email de un presunto
pariente nigeriano que desea urgentemente ingresar en nuestra cuenta
corriente una cantidad indecente de dinero? ¿Y quién no se ha
sobresaltado al recibir un falso aviso de Dropbox, Netflix o similares
en el que nos instan a cambiar la contraseña con urgencia? El scam
o fraude en internet es una de las mayores lacras de la red, pero por
fortuna, los servicios de correo logran mantener el grueso de los
ataques en las bandejas de spam. Aunque no todos. Algunos
logran superar estas barreras de seguridad y se cuelan en nuestra
bandeja de entrada con toda su urgencia y, dicho sea de paso, cada vez
más verosímiles.
Morder el anzuelo, por muy curtidos que creamos que
estamos, resulta todavía bastante probable, sobre todo teniendo en
cuenta que estos estafadores van sofisticando cada vez más sus misivas y
cuesta distinguirlas de las originales. Pero para hacer frente a esta
lacra, una organización no gubernamental neozelandesa ha desarrollado un
sistema basado en inteligencia artificial que paga a los scammers con la misma moneda: siendo realmente pesados.
La organización NetSafe -que vela por la seguridad en la red- ha creado Re:Scam,
un sistema gratuito mediante el cual, cualquier usuario puede devolver
el golpe a los estafadores y contribuir al objetivo global de atacar a
esta lacra. El sistema funciona de la siguiente manera: si uno recibe un
correo del que sospecha que puede ser un scam (un mail fraudulento), lo reenvía a me@rescam.org
y se olvida del asunto. ¿Qué sucede a partir de ese punto? Re:Scam
analiza la procedencia del mismo y si considera que es realmente un scammer, comienza el contraataque.
Es en este momento cuando entra en juego un bot
que emplea la inteligencia artificial y que responde al mail en nuestro
nombre. Conviene recordar que una vez lanzado un ataque, si picamos, al
otro lado de la pantalla es una persona la que intenta que mordamos el
anzuelo y en este caso, será una máquina quien intente volverle loco.
Re:Scam empleará todo tipo de trucos para lograr que el atacante esté
convencido de que la víctima está interesada: toques de humor, faltas de
ortografía deliberadas… el plan es retener al atacante el mayor tiempo posible y que al final, esta estrategia le salga cara.
Sí, la mejor forma de hacer frente a los scammers
es tocarles el bolsillo y un bot -que además, va aprendiendo con el paso
del tiempo- puede hacerles creer que se trata de una persona la que
está al otro lado. El usuario que emplea la herramienta no conocerá el
desenlace de la conversación ni cuántos correos se han intercambiado,
pero al menos tendrá la satisfacción de saber que ha aportado su granito
de arena para hacer frente al scam.