El imprevisto éxito del Bitcoin ha pillado por sorpresa a economistas, políticos y banqueros. Pero los árboles no deben impedirnos ver el bosque. La gran aportación del Bitcoin no es su uso como alternativa a las monedas tradicionales, sino el Blockchain, la tecnología que sustenta al Bitcoin pero que, en realidad, tiene otras muchas aplicaciones. Ya se empieza a utilizar en la banca, las empresas, los servicios en la nube, e incluso existen buscadores basados en Blockchain.
Todos los días leemos en las noticias el récord de cotización del Bitcoin (al mismo tiempo que seguramente nos lamentamos por no haber comprado un puñado cuando estaba a 100 dólares). La burbuja de las monedas criptográficas estallará (o no), pero lo que dentro unas décadas se recordará del bitcoin no es su condición de moneda, sino el Blockchain, y sus infinitas aportaciones.
Pero, ¿qué es Blockchain?
El Bitcoin se organiza en forma de Blockchain o cadena de bloques, una especie de base de datos descentralizada. Todas las transacciones que ha generado el bitcoin a lo largo de su historia, absolutamente todas, están registradas de forma anónima en una cadena de bloques enlazados que no se pueden alterar en ciertos intervalos de tiempo, y que para su alteración exige que la mayoría de usuarios de la red P2P que sustenta esta cadena, den su aprobación.
En otras palabras, un Bitcoin no puede cambiar de dueño sin que aprueben la operación la mayoría de los cientos de miles de usuarios que forman la red Blockchain del bitcoin.
La genialidad de Blockchain radica en que es un sistema de gestión de transacciones altamente seguro, anónimo y descentralizado. En el caso del Bitcoin, la mineria (el sistema para crearlos), y la compraventa de monedas no necesita un servidor central o un gestor que lo regule, como ocurre con el dinero tradicional y los bancos o las políticas monetarias asociadas. El bitcoin es gestionado por sus usuarios, por todos los que aceptan formar parte de la red P2P que mantiene la cadena de bloques o Blockchain.
Más importante aún, es un sistema extremadamente seguro. Nadie puede robar Bitcoins de la cadena Blockchain, porque para que un Bitcoin se altere en la cadena de bloques necesita la aprobación de la mayoría de usuarios de la red de Blockchain, y es casi imposible hackear cientos de miles de ordenadores al mismo tiempo para que aprueben un robo.
Cuando hablamos de aprobación de la mayoría, no es que los usuarios tenga que dar permiso ellos mismos a las transacciones. Lo hace automáticamente su ordenador a través del software Blockchain que ejecuta.
Esta organización de datos en bloques encadenados que no pueden separarse de la cadena sin la aprobación de la mayoría de miembros de la red, es lo que permite que las transacciones sean anónimas: se registran todos los movimientos del Bitcoin, pero no los dueños de estas monedas. Realmente no es necesario porque los Bitcoins no se van a extraviar o a robar, por lo que hemos explicado. Otro tema distinto es que te roben el monedero de Bitcoin donde guardas las monedas, pero eso no tiene que ver con el Blockchain.
Buscadores basados en Blockchain
Una vez que se entiende el funcionamiento de Blockchain, es fácil darse cuenta de sus implicaciones, y de cómo puede aplicarse a infinidad de propósitos distintos de las criptomonedas. La tecnología Blockchain ya está siendo usada en la banca y las empresas para fortalecer la seguridad de sus transacciones, en proyectos para crear una Wikipedia que no se puede censurar, o en un nuevo tipo de buscadores.
Los buscadores basados en Blockchain se basan en la fortaleza de la cadena de bloques para asegurar la privacidad de los datos de los usuarios. Al mismo tiempo crean un proceso de búsqueda descentralizado en donde la información fluye del origen al destino sin intermediarios (sin empresas que ganan dinero comerciando con los datos de los usuarios, como Google o Facebook).
Vamos a ver algunos ejemplos.
BitClave, el buscador que te paga por tus datos
La gran mentira de Internet, y de los móviles, es que "todo es gratis". No es así. No pagamos por los servicios o por las apps con dinero, sino con nuestros datos y nuestra privacidad, que para las empresas de Internet son mucho más valiosos que el dinero.
Cuando buscamos un producto en un buscador como Google, recopila una serie de datos de uso y Google cobra por ellos a las empresas para enviarnos ofertas, u ofrecernos un servicio. BitClave es un buscador que utiliza Blockchain para crear un motor de búsqueda descentralizado que nos paga dinero cada vez que una empresa usa nuestros datos para hacernos una oferta u ofrecernos un servicio.
Al usar tecnología Blockchain, BitClave se asegura de que todas las búsquedas son privadas y no se pueden espiar ni modificar, pues la información está encriptada. La cadena de bloques permite realizar un seguimiento de todos los resultados, lo que implica que nuestras búsquedas pueden rastrearse, y con ello recibir un pago cada vez que una empresa utilice datos de esa búsqueda.
Por ejemplo, imagina que quieres comprar un coche y estás buscando información de los mejores coches eléctricos. Si en la lista de resultados de BitClave aparece una web comercial, como un concesionario que vende coches eléctricos, y entras en esos enlaces, automáticamente recibes un pago. Y si las búsquedas no implican resultados comerciales, nadie podrá ver tus datos.
BitClave usa su propia criptomoneda, llamada CAT. Recibes los pagos en CAT, pero puedes canjearla por Bitcoins o cambiarla por dinero real, si así lo deseas.
La propuesta del buscador basado en Blockchain BitClave es revolucionaria, porque hablamos de relacionar directamente a usuarios y empresas, y eliminar servicios publicitarios como Google Adsense. Una tecnología con capacidad para alterar el equilibrio de Internet, tal como lo conocemos.
BitClave estará disponible en 2018.
Presearch, un Google regido por la comunidad
Presearch es un motor de búsqueda abierto y descentralizado que actualmente se encuentra en fase beta. Como se puede ver en la imagen, Presearch integra otros motores de búsqueda tradicionales como Google, Amazon, Facebook o Twitter. Pero la lista de resultados no se rige por los algoritmos comerciales de estas compañías, sino que se basa en las elecciones de la comunidad. La propia comunidad tiene voz y voto en decisiones de desarrollo y uso del motor de búsqueda. Además, se recibe moneda criptográfica por usar, desarrollar y promocionar Presearch.
Ahoolee, el comparador que nunca olvida
Este comparador de precios ofrece una propuesta Blockchain diferente, pero los resultados son similares. Como ocurre como BitClave, Ahoolee utiliza Blockchain para crear una base de datos descentralizada de artículos ofrecidos directamente por las tiendas. No existe un intermediario que organiza los resultados de las búsquedas según su propio interés. La cadena de bloques acelera las búsquedas de precios de un producto en todas las tiendas, no solo en unas pocas.
El uso de blockchain permite almacenar un registro de todo el histórico de precios, es decir, cómo ha evolucionado el precio de un producto desde que se puso a la venta. De esta manera el usuario de Ahoolee no solo puede encontrar los precios más baratos, sino que también puede saber si ese precio es alto o bajo con respecto al histórico, para descifrar si se trata de un verdadero chollo.
La cadena de bloques también guarda el histórico de todas tus compras en todas las tiendas, por si necesitas consultarlo. Tu decides si quieres que esta información sea pública o privada, pues por defecto está encriptada.
Ahoolee pretende crear un comparador de productos que incluya a todas las tiendas, no solo las aprobadas por una empresa (Amazon, Rakuten y Google), o las tiendas locales (Alibaba). De momento ya integra más de 70.000 tiendas.
Otra de sus características es que se podrá pagar en todas las tiendas con su propia criptomoneda, que también se podrá cambiar por bitcoins o dinero real.
Eso sí, al contrario que BitClave si incluirá publicidad contextual y las tiendas podrán comprar una cuenta Premium, aunque no indican que ventajas obtienen.
Ahoolee pretende comenzar a operar de forma abierta a partir de abril.
Blockchain, año cero
2018 va a ser el año de Blockchain. Muchos ya lo equiparan al año 1994 o 1995, cuando nació Internet como fenómeno de masas.
Por primera vez en 20 años una nueva tecnología tiene la capacidad de evolucionar la Gran Red desde los cimientos, poniendo en entredicho la hegemonía de gigantes como Google, Amazon, Facebook, y otras compañías que basan sus ingresos en la publicidad y en el tráfico de datos personales.
Es el inicio de un gran cambio que casi todos dan por seguro, pero que aún no sabemos hacia donde nos llevará. Lo que sí parece claro es que nada volverá a ser como antes. Y eso, en una red monopolizada por cuatro o cinco empresas en donde los principales modelos de negocio se basan en el espionaje de los hábitos de los usuarios y la comercialización de datos personales, solo puede ser una buena noticia...