domingo, 4 de marzo de 2018

Cómo saber si hay algún intruso en nuestra cuenta de Gmail


Todos tenemos una cuenta de correo electrónico. Me atrevo a decir que la gran mayoría tenemos al menos dos cuentas. Siempre está la típica “seria” para cosas importantes y otra secundaria para registros en páginas que puedan enviarnos publicidad, etc. En cualquier caso, uno de los gestores de correos más populares sin duda en los últimos tiempos es Gmail. Tanto a nivel empresarial como particular, es el más utilizado. En este artículo vamos a hablar de cómo podemos averiguar si alguien ha entrado en nuestra cuenta de Gmail, si hay algún intruso.

La seguridad en nuestra cuenta de Gmail


La seguridad en estos casos es algo vital. Puede ser que en nuestro correo tengamos guardados documentos muy importantes. Algunos archivos de nuestra empresa, estudios o similares. El hecho de que alguien acceda a ellos puede ser un problema serio.

Como sabemos, lo mejor es contar con una contraseña fuerte. Pero básicamente hay que crear una clave que contenga números, letras (mayúsculas y minúsculas, a ser posible) y algunos caracteres adicionales. Siempre evitar que contenga datos personales como nuestro nombre o fecha de nacimiento. Aun así, ya sabemos que las contraseñas más frecuentes son siempre las mismas, las más típicas.

Pero no siempre pueden acceder a nuestra cuenta al tener nuestras credenciales. Puede ocurrir que, por despiste, dejemos la cuenta abierta en algún lugar público, como una biblioteca. Por ello vamos a hablar de cómo podemos ver si alguien ha accedido a nuestra cuenta.

Una de las cosas más básicas es comprobar si hay algo raro en la cuenta. Esto puede ser correos que hayan sido abiertos, que hayamos “enviado” algún e-mail que no recordemos, que hayan desaparecido correos, etc.

Son muestras evidentes de que alguien ha podido utilizar nuestra cuenta de Gmail para algún fin.

Saber si hay algún intruso


También, y esto es más interesante, podemos ver la actividad reciente. Para ello hay que seguir los siguientes pasos:

  • Abrimos la cuenta de Gmail en el navegador
  • Nos vamos abajo del todo a la derecha, en la sección información detallada. Justo arriba veremos la última actividad, pero al dar clic nos saldrá más información.
  • Dentro tendremos acceso a todo el uso que hemos (o han) dado a la cuenta de Gmail. Aparece el tipo de acceso, donde vemos el navegador con el que hemos accedido o el dispositivo. También, en la segunda opción, nos muestra la ubicación (dirección IP). Esto es muy útil, ya que así podemos ver si se ha accedido desde diferentes dispositivos.
  • Por último aparece la fecha y hora de cada inicio de actividad. Podremos comprobar si hay alguna fecha rara en la que nosotros no hemos entrado.

Siempre que nos encontremos con evidencia de que algún intruso ha accedido a nuestra cuenta de Gmail, lo mejor es inmediatamente cambiar la contraseña.

Se recomienda también contra con la identificación de dos factores. Esto es algo que muy poca gente utiliza, como ya hablamos de ellos. Sin embargo es muy útil para mantener la seguridad de nuestra cuenta.

Verificación en dos pasos en Gmail


Esta función es la conocida como verificación en dos pasos. Su funcionamiento es sencillo, aunque pocos usuarios lo hacen. Básicamente consiste en tener que hacer algo más además de introducir nuestra clave de acceso.

Primero, como es habitual, debemos introducir la contraseña del modo normal. Si tenemos activa la función de verificación en dos pasos, tendremos que realizar una acción más. Tenemos la opción de que nos envíen un mensaje al móvil, realizar una llamada o incluso introducir una llave de seguridad USB.

Esto, evidentemente, no tenemos que hacerlo siempre. Una vez hayamos hecho inicio de sesión, podemos marcar la opción de que no nos lo vuelva a pedir en ese equipo. Por ejemplo es ideal para no tener que ponerlo siempre en casa, en nuestro móvil o cualquier dispositivo de confianza.

Así estaremos protegidos para cualquiera que pueda averiguar nuestra clave. Aun teniéndola, no podría acceder a nuestra cuenta, ya que hace falta un segundo paso al que no podrían acceder.