La red WiFi es el cordón umbilical invisible que nos conecta a Internet. Utilizar únicamente las conexiones móviles de las operadoras hoy en día es una quimera, con cupos de datos de unos pocos gigabytes al mes. Así que dependemos de la fiel (y gratuita) conexión WiFi para disfrutar de las maravillas y miserias de la gran Red de Redes. La pregunta eterna no ha cambiado en los últimos diez años: ¿Qué trucos podemos usar para que el WiFi vaya más rápido?
La tecnología WiFi se utliza hoy de forma masiva. Es una ventaja porque las compañías tecnológicas llevas años perfeccionándola, y hay muchas empresas que trabajan para crear productos con WiFi. Esto permite que exista mucho hardware para elegir. Pero al mismo tiempo, el espectro
radioeléctrico está saturado. Hay un atasco que afecta a todas las conexiones. Posiblemente tu vecino esté interfiriendo tu red WiFi, y tu estés ralentizando la suya.
Por suerte, la ventaja del WiFi es que hay muchos factores que influyen en la calidad de la señal. Desde las características del router a su colocación, la orientación de las antenas, la configuración de los dispositivos, o las inteferencias externas e internas. Eso nos permite aprovechar muchos trucos que podemos usar para que tu WiFi vaya más rápida.
Las claves del WiFi
Para mejorar la señal WiFI, hay que entender cómo funciona esta tecnología. Así aprenderemos a minimizar sus puntos débiles, y maximizar la señal.
El WiFi es un sistema de transmisión de datos a través de ondas de radio. Mediante un chip WiFi convierte los unos y ceros en ondas, y al contrario, las ondas en unos y ceros cuando los recibe.
La tecnología WiFi nace gracias al esfuerzo de diferentes investigadores, que aportaron distintos aspectos clave. La famosa actriz de Hollywood e inventora, Hedy Lammar, está considerada una de las precursoras del WiFi:
Junto con el compositor George Antheil patentó una técnica de modulación de señales en espectro expandido, la primera versión de lo que se conoce como salto en frecuencia. Es la tecnología en la que se basa el WiFi o el Bluetooth.
El primer intento de transmitir datos informáticos a través del aire se llevó a cabo en 1971, en Hawái. Pero el WiFi no existió hasta finales de los 90, cuando importantes empresas de telefonía crearon la Alianza WiFi, y diseñaron los estándares actuales: 802.11 a, b, n, y ac. Cada estándar es más rápido que el anterior y acepta más conexiones simultáneas al mismo tiempo, entre otras mejoras.
Otras tecnologías aparte del WiFi usan las ondas de radio para transmitir su información, desde la TDT hasta las propias cadenas de radio. Incluso los microondas trabajan en una frecuencia similar al WiFi.
Para evitar interferencias, había que repartirse el espacio radioeléctrico. Por eso, hasta hace poco, la señal WiFi solo se transmitía en la frecuencia de los 2.4 GHz. Con el último estándar actual, WiFi 802.11ac, se usa también la frecuencia de los 5 GHz. A mayor frecuencia se pueden transmitir más datos por segundo, pero el alcance de la señal es menor.
Hemos visto como el WiFI solo funciona en dos frecuencias diferentes, pero hoy en día ese espacio esta saturado, porque en un simple edificio con unos pocos vecinos, o en una oficina, se conectan docenas de dispositivos a través de WiFi, y se roban la señal entre sí.
Para reducir las interferencias, los routers pueden alternar ligeramente la frecuencia, dando lugar a diferentes canales de transmisión. En cada país cambia, pero lo normal es que la banda de los 2.4 GHz tenga 12 canales y la de 5 GHz alrededor de 30.
Ya conocemos los principios básicos del WiFi, que nos van a servir para entender los trucos para que tu WiFi vaya más rápida.
Lo primero, el router
Vamos a comenzar con el elemento clave del que depende por completo el WiFi: el router que genera la señal. El router recibe Internet a través del cable de la operadora (ADSL o fibra, normalmente), y lo retransmite por el aire en una red WiFi con el nombre que elijamos. Los dispositivos que se conecten a esa red con la clave correspondiente, accederán a Internet.
La colocación
El gran hándicap del WiFi es el corto alcance de la señal, que apenas llega a los 15 o 20 metros en un router estándar. Depende de la calidad del router, el número de antenas, la colocación, y las interferencias.
La señal WiFi se mueve en ondas concéntricas desde el router y alrededor de él, de forma similar a las ondas que se forman en el agua cuando tiras una piedra:
Si queremos que cubra toda la casa o lugar de trabajo, lo ideal sería colocarlo en el centro de la casa. Podemos usar alargadores para llevarlo hasta allí. Pero el cable de fibra que se conecta de la pared al router es caro, y muchas veces no es posible mover el router de sitio. En ese caso, debemos elegir un lugar en donde usemos mucho el WiFi, como por ejemplo la sala de estar, la habitación en donde está el ordenador, o la tele en donde vemos IPTV.
El router debe estar situado en un lugar elevado, sobre una mesa o en la librería. No debemos colocarlo en el suelo, porque actúa de aislante.
Tampoco hay que ponerlo debajo de una mesa, o peor aún, dentro de un mueble o un armario. No hay que esconderlo, aunque sea un dispositivo feo y nos arruine la decoración.
Las antenas
Es lógico pensar que como más antenas tenga un router y más largas sean, más potente es la señal. No siempre es así. De hecho muchos routers de gama alta tienen antenas internas, como ocurre con los prestigiosos routers de AVM.
Si tu router tiene antenas externas móviles, hay que decidir cómo orientarlas. Lo más práctico es colocar algunas hacia arriba y otras en paralelo al suelo. Así repartirás la señal en todas las direcciones. Aunque si te conectas siempre desde una posición fija, quizá te convenga orientar alguna antena hacia esa posición.
La señal más estable se obtiene cuando los dispositivos conectados al WiFi están a la misma altura que el router. Si tienes el router muy alto o muy bajo, te conviene inclinar las antenas a izquierda o derecha, para evitar que el suelo o el techo oculten la señal.
Interferencias y mejoras de señal
Una vez que tenemos el router bien colocado, hay que ocuparse de la señal. Buscamos nuevos trucos para que tu WiFi vaya más rápida.
Hemos comentado que la señal WiFi tiene un alcance muy limitado. Pocos routers cubren una casa o una oficina al completo.
Parte de la potencia de la señal la define el router, y ahí poco podemos hacer. Pero las ondas WiFi sufren muchas interferencias, que sí podemos evitar.
Materiales como la madera, el metal y el cristal, frenan mucho la señal WiFi. Por tanto, debemos alejar el router de acuarios, escaleras de madera, ventanas o puertas, que deberán permanecer abiertas. Los espejos también causan problemas, porque hacen que la señal rebote de forma descontrolada.
También hay que tener en cuenta los aparatos eléctrónicos y los electrodomésticos que emiten ondas electromagnéticas que interfieren con la señal WiFi del router. Por ejemplo teléfonos inalámbricos, microondas y aparatos de audio o vídeo. Hay que situar el router lejos de ellos.
Si evitas todas estas interferencias, la potencia de la señal WiFi y con ello la velocidad, puede aumentar un 40%.
Latas de cerveza y aluminio
Si quieres ampliar la señal de tu router WiFi, existen algunos trucos caseros que se pueden probar. Son baratos y no vas a dañar el hardware, así que no pierdes nada.
Al parecer, se ha demostrado que el aluminio aumenta la señal WiFi. Muchos usuarios colocan papel de aluminio alrededor de las antenas del router, para mejorar el alcance.
Otra solución bastante práctica es utilizar una lata de cerveza partida por la mitad.
Actualiza el firmware
Aunque algunos routers actualizan su firmware automáticamente, la mayoría no lo hacen. Conviene entrar en la configuración del router cada dos o tres meses y comprobar si existe una actualización del firmware, que corrigen bugs y optimizan funciones que pueden hacer que el router funcione más rápido.
Aprovecha las dos bandas
Como hemos visto, los router modernos que soportan el estándar WiFi 802.11ac, pueden funcionar en dos frecuencias, a 2.4 y 5 GHz. En la práctica, tenemos dos redes WiFi independientes. Todos los dispositivos (móviles, tablets, PCs, consolas, Smart TV) que se han puesto a la venta en los dos o tres últimos años, son compatibles con WiFi ac. Esto es importante, porque nos ayuda a que la red WiFi vaya más rápida. Pero solo si los repartimos bien.
De nada sirve tener un router de doble banda si todos los dispositivos se conectan en la de 2.4 GHz. Debes conectar los más modernos a la de 5 GHz, y dejar la de 2.4 GHz para los más antiguos, o los más alejados del router, ya que la banda de los 5 GHz tiene menos alcance. En tu router encontrarás una pegatina que te indica cómo se llaman las redes de 2.4 GHz y de 5 GHz, para que te conectas a una u otra. Pero siempre conviene cambiar los nombres que vienen por defecto, en la configuración del router.
Libera el WiFi
Un error muy común es conectar todos nuestros dispositivos por WiFi, cuando también aceptan conexión por cable. Por ejemplo, la consola PlayStation 4 acepta ambas conexiones. Y muchos Smart TV y PCs también. Intenta conectarte por cable siempre que puedas, incluso aunque tengas que comprar un cable Ethernet más largo. Liberarás el WiFi para los dispositivos que solo funcionan con él, como el móvil. Además el cable siempre es más rápido.
Cambia de canal
Hemos visto como uno de los trucos para que tu WiFi vaya más rápida es repartir los dispositivos: en las dos bandas, por cable o por WiFi... y también en distintos canales.
Cada banda de 2.4 y 5 GHz se divide en varios canales, con una frecuencia ligeramente diferente, para evitar interferencias. Nuestro router está conectado a cierto canal, pero si el de los vecinos usan el mismo, habrá congestión.
Puedes ver los canales que usan todos los router cercanos con utilidades como WiFi Analyzer, Network Analyzer o inSSIDer, que puedes instalar en el PC o en el móvil:
Aquí vemos cómo los canales del 1 al 5 están muy congestinados. El canal 7 (en rojo) es el nuestro porque es el más potente, y está vacío, pero sufre interferencias con los de alrededor (los canales se solapan). Lo ideal sería cambiar al canal 14, que está vacío y no tiene otros canales alrededor, si el router lo acepta (para usar más de 12 canales debemos utilizar la banda de los 5 GHz).
En este tutorial explicamos cómo cambiar el canal WiFi.
Debes tener en cuenta que los routers más modernos son capaces de encontrar el mejor canal automáticamente.
¿Te roban el WiFi los vecinos?
Si notas que tu conexión a Internet se enlentece de golpe, o lo hace varias veces al día, no descartes que un vecino esté conectado a tu red WiFi, robándote ancho de banda. Y aún más inquietante: si comete un delito, al primero al que acudirá la policía es al dueño del router...
Es muy importante cambiar la contraseña por defecto que viene con el router.
Con aplicaciones como Wireless Network Watcher o la app Fing para iOS y Android puedes saber si un intruso está conectado a tu red WiFi. Aquí explicamos cómo expulsar a los intrusos de tu red WiFi.
Apágalo de vez en cuando
Hay usuarios que apagan el router por la noche, y otros lo dejan encendido todo el día. Conviene apagarlo al menos una vez a la semana, porque a veces ocurren saturaciones o errores con la centralita que nos conecta a Internet, y el router funciona más lento.
Cuando lo apagues, déjalo apagado 5 o 10 minutos. Es importante dejarlo un tiempo para que se corte por completo el enlace viejo con la centralita.
Mejora el hardware
Si has seguido todos nuestros trucos para que el WiFi vaya más rápido, y aún así hay zonas de la casa a donde no llega el WiFi, es el momento de plantearse mejorar el hardware.
También aquí hay muchas posibilidades.
Mide la señal
Lo primero que tenemos que hacer es descubrir cual es el verdadero alcance de la señal de nuestro router WiFi, ya que eso determinará la mejora que tenemos que hacer.
Aplicaciones como HeatMapper o NetSpot Free, instaladas en un portátil o un móvi, para moverte por toda la casa, te dicen lo potente que es la señal. Recorre toda la casa y localiza los puntos negros (sin conexión) y grises (con mala señal):
Si hay varias zonas de la casa u oficina sin conexión, posiblemente te interese comprar un router más potente, que ampliará la señal en toda la zona.
Si solo hay uno o dos puntos conflictivos, es más barato comprar un extensor WiFi, o un PLC que lleve Internet a través de la red eléctrica.
Hora de comprar un router
Existen muchas razones por las que cambiar el router que te facilita tu operadora. Obtendrás más velocidad, seguridad, más conexiones simultáneas, y nuevas funciones. Si te decides a comprar un router nuevo, asegúrate de que posee las últimas tecnologías.
Los routers antiguos utilizaban la tecnología MIMO o SU-MIMO (Single User – Multiple Input Multiple Output o Usuario Unico - Múltiples entradas múltiples salidas), que solo permite enviar o recibir paquetes de datos cada vez desde un solo dispositivo, no de forma simultánea.
Esto limita muchos las conexiones simultáneas. Por eso asegúrate de que tu nuevo router es MU-MIMO ( Multiples- Múltiples entradas múltiples salidas) que permite enviar y recibir datos de distintos dispositivos al mismo tiempo.
Muchos router modernos usan Beam Forming, una función que permite al router reforzar la señal en los lugares en donde detecta dispositivos.
Los modelos más nuevos (y más caros) estrenan el Band Steering, para que los dispositivos puedan cambiar de la banda de los 2.4 a los 5 GHz, y al revés, cuando lo necesiten. Así estarán en la banda con la mejor señal.
¿Conoces los nuevos routers en malla?
Últimamente se han puesto de moda los routers en malla, mallados o WiFi Mesh. Se trata de varios routers que trabajan en equipo (normalmente 3 o 6).
Los distribuyes por toda la casa u oficina y mantienen la misma red WiFi, expandiendo la señal donde lo necesites, y aportando todas las funciones del router.
El extensor WiFi
La forma más económica de mejorar la señal WiFi, es por medio de un repetidor o extensor WiFi.
Son dispositivos que captan la señal del router y la amplifican, ya sea manteniendo la red WiFi original, o creando una red WiFi propia. Es este último caso, tendrás que conectar manualmente los dispositivos a ella, para que dejen de usar la del router.
El extensor WiFi se coloca al borde de la señal del router, y la repite o amplifica hacia los lugares en donde el router no llega:
No son muy caros. Y puedes colocar todos los que necesites. Merece la pena comprar uno con un enchufe como se ve en la foto de más arriba, para así no perder el que utiliza el propio repetidor WiFI.
La conexión PLC
Otra forma de mejorar la calidad de Internet es por medio de un conector PLC, que lleva Internet a través de la red eléctrica:
Conectas un PLC en un enchufe, conectado por cable al router, y otro PLC en cualquier otro enchufe de la casa o la oficina, y llevan Internet por la red eléctrica, sin perder velocidad ni interferir con la luz. Existen PLC con WiFI que funcionan como repetidor WiFi, transportando la señal inalámbrica a cualquier rincón, siempre que exista un enchufe para colocar el PLC. Y puedes utilizar los que necesites.
Como hemos mencionado con los extensores, conviene que ofrezcan su propio enchufe para conectar lo que queramos, así no perdemos el de la pared que utiliza el PLC.
El WiFi del futuro
Hemos visto unos cuantos trucos para que tu WiFi vaya más rápida. Con toda seguridad, mejorarán su rendimiento. Pero la realidad es que los estándares WiFi actuales ya están alcanzando el punto de saturación. No dan más de sí. Fueron diseñados para soportar un máximo de 5 o 6 conexiones simultáneas, pero hoy en día en una casa u oficina es fácil que se conecten simultáneamente al WiFi más de una docena de dispositivos: móviles, tablets, PCs, televisores, consolas, altavoces, electrodomésticos, etc.
Es por eso que, a partir de 2019, los nuevos routers vendrán con una tecnología llamada WiFi 802.11ax o WiFi AX, pensada para adentrarnos en la era de la conexión 5G y el Internet de las cosas.
El WiFi AX utiliza la tecnología MU-MIMO de forma obligatoria, lo que significa que puede enviar y recibir datos simultáneos, con múltiples dispositivos a al vez. Esto también lo hacen los routers con WiFi ac, pero el nuevo estándar emplea ocho canales de comunicación 256-QAM de 160 MHz cada uno sobre una frecuencia de banda de 5 GHz. Esto supone más canales de comunicación y un mayor ancho de banda.
Además WiFi AX divide los canales de la señal WiFi en subcanales para optimizar el envío de datos con múltiples conexiones.
En definitiva, está pensado para gestionar muchos más dispositivos conectados al mismo tiempo. Y lo hará más rápido, ya que mientras WiFI ac alcanza una velocidad máxima de 1.7 Gbps, el nuevo WiFi AX acepta hasta 7 Gbps. Está preparado para competir con la conexión 5G.
Finalmente, exige menos energía para transmitir, un requisito indispensable para los dispositivo de la Internet de las Cosas.
Hemos visto un buen puñado de trucos para que tu WiFi vaya más rápida. La mayoría son sencillos de aplicar, y no cuestan dinero. Ponlos en práctica, y notarás como Internet en el PC, el móvil o la consola funcionan mucho más rápido.