De un tiempo a esta parte se ha popularizado el uso de aplicaciones móviles y wearables diseñados para proporcionar seguridad (o la sensación de seguridad) y que facilitan la figura del “teleacompañante” en situaciones que pueden causar temor a mucha gente. No se trata sólo de avisar una vez que ya se ha llegado a casa, sino de sentirse acompañado a lo largo de todo el trayecto.
La aplicación Companion, desarrollada por un grupo de estudiantes de la universidad de Michigan, es una de las más conocidas y utilizadas y sirve precisamente para eso: permite que el usuario localice a un amigo o a un familiar que esté disponible en ese momento para que, a través del teléfono, ejerza la figura de acompañante en la distancia.
De ese modo cuando el usuario lo considere necesario puede abrir la aplicación y seleccionar alguno de los contactos disponibles. El contacto recibirá entonces un mensaje con un enlace para que vea dónde se encuentra la otra persona y para seguir sus movimientos, comprobando en tiempo real por donde va y que está bien.
La aplicación utiliza el GPS del teléfono para determinar la posición y la ruta que sigue el usuario; también utiliza el acelerómetro del móvil para detectar movimientos bruscos o inesperados. Incluso detecta cuando los auriculares se desconectan del teléfono. Si se da alguna de esas circunstancia el usuario deberá indicar en la aplicación que todo está en orden. O no. Si la aplicación no recibe confirmación por parte del usuario emitirá una o varias notificaciones de alerta a los contactos seleccionados previamente. El acompañante virtual no necesita ser usuario ni tener instalada la aplicación Companion, lo que amplía el número de posibles acompañantes. Está disponible para Android y para iPhone.
Si el usuario pulsa el “botón del pánico” de la aplicación, el teléfono enviará la posición GPS y un vídeo con lo que está captando la cámara del móvil
Las aplicaciones Enviar ayuda (para Android, también disponible para relojes con Android Wear) o BSafe funcionan de manera similar. BSafe también permite que los contactos hagan un seguimiento continuo del teléfono del usuario con las funciones “Sígueme” y “Estoy aquí” que el usuario puede enviar cada cierto tiempo o programar a una hora determinada. En caso de emergencia real, si el usuario pulsa el “botón del pánico” de la aplicación, el teléfono enviará la posición GPS y un vídeo con lo que está captando la cámara del móvil. Es gratuita para iPhone y para Android.
La aplicación SafeTrek de momento no está disponible en España, pero es otro ejemplo que merece la pena mencionar. Se activa con el mecanismo del “hombre muerto”. La aplicación dispone de un botón que el usuario debe pulsar cuando se sienta inseguro, y mantenerlo pulsado. Si se presenta una situación peligrosa basta con que suelte el botón: al retirar el dedo la aplicación pedirá que se teclee el código de cuatro cifras. De no ser así (si pasados unos segundos no se teclea el código) la aplicación avisará a los servicios de emergencia.
El enfoque de Drunk Mode es ligeramente diferente: la aplicación está diseñada para poner el teléfono en “modo beodo”. Por un lado, cuando alguien se marcha a casa después de una noche de fiesta la aplicación permite que amigos y familiares comprueben a dónde va y se aseguren de que llega a casa.
La misma aplicación bloquea el acceso a determinados contactos para evitar llamadas embarazosas en caso de haber bebido más de la cuenta
Por otro lado la misma aplicación bloquea el acceso a determinados contactos para evitar llamadas embarazosas en caso de haber bebido más de la cuenta. El bloqueo se mantiene durante un período de tiempo elegido previamente, que puede ser de hasta doce horas, o hasta que el usuario sea capaz de resolver el ejercicio de matemáticas que propone la aplicación a modo de “prueba de sobriedad”.
Además de las aplicaciones, hay teléfonos móviles que ya incluyen funciones parecidas. Sólo hay que configurarlas y activarlas. También es posible encontrar esta función en algunas pulseras de actividad, relojes inteligentes y en forma de wearables como el anillo Nimb, por ejemplo. El anillo Nimb se conecta al móvil por Bluetooth. Incorpora un “botón del pánico” físico que cuando se pulsa hace que el teléfono envíe notificaciones a emergencias o a los contactos asignados, todo ellos sin necesidad de acceder al móvil. La información que se envía incluye la posición GPS registrada en el momento en el que se pulsó el botón del anillo.
