Lo que han conseguido estos científicos ha sido hallar la forma de activar las células madre en el folículo piloso responsables de promover el crecimiento del pelo. Estas células son muy longevas y están presentes en la piel de una persona durante toda la vida. Son quiescentes, es decir que habitualmente están inactivas, aunque se pueden activar con rapidez cuando se produce el ciclo del crecimiento del cabello.
La quiescencia de las células madre del folículo piloso está regulada por muchos factores, y en algunos casos no se vuelven a activar nunca de nuevo, que es lo que ocasiona la pérdida de cabello.
Para entenderlo mejor, el equipo analizó el metabolismo de estas células madre, descubriendo que es diferente al de otras células madre de la piel. El metabolismo celular consiste en la descomposición de los nutrientes necesarios par que las células se dividan, produzcan energía y reaccionen ante su entorno. El proceso utiliza enzimas que alteran estos nutrientes para producir los metabolitos como el piruvato, que se genera cuando las células madre del folículo piloso procesan glucosa nutritiva (una forma de azúcar). Las células pueden enviar el piruvato a sus mitocondrias, que es la parte que crea la energía, o convertirlo en otro metabolito llamado lactato.
El estudio, que se ha llevado a cabo con ratones de laboratorio, revela que si se bloquea la producción de lactato las células madre de los folículos pilosos no se activan, por lo que el pelo no crece. Por el contrario, cuando aumentan los niveles de lactato, el crecimiento del cabello se acelera.
Los investigadores han identificado dos fármacos experimentales, llamados RCGD423 y UK5099, que tienen la capacidad de favorecer la producción de lactato en los modelos de ratón. Todavía tienen que continuar las pruebas y realizar ensayos en humanos para comprobar su viabilidad y eficacia, pero los científicos son optimistas y creen que podrían estar ante una cura para la calvicie.
